El paso siguiente será la jura del cargo en la Casa de Juntas de Gernika (Bizkaia), que se celebrará el sábado 26 de noviembre.
Previsiblemente, el próximo día 24 el candidato a la reelección, Iñigo Urkullu (PNV), será investido lehendakari en segunda votación, en una sesión en la que podría competir por el cargo con la aspirante de EH Bildu, Maddalen Iriarte.
La coalición abertzale aún no ha decidido si presentará o no candidatura pero, en caso de hacerlo, será Iriarte. Tampoco ha descartado hacerlo Elkarrekin Podemos que al igual que el resto de los grupos tiene plazo para registrar una candidatura hasta el día 18 de noviembre, 72 horas antes del pleno de investidura.
Para ser designado lehendakari, el candidato necesita la mayoría absoluta del Parlamento (38 de los 75 escaños) en la primera votación y la mayoría simple de los votos emitidos en segunda.
Previsiblemente, Urkullu se volverá a hacer con la Lehendakaritza en segunda vuelta, el 24 de noviembre, con mayoría simple. Está por ver si sólo le apoyarán los 28 parlamentarios de su grupo, o si le votarán también desde los escaños de PSE-EE, partido con el que el PNV mantiene abiertas negociaciones para tratar de dotar de estabilidad al futuro Gobierno Vasco.
Paralelamente, el PNV también tiene contactos con EH Bildu, aunque las divergencias entre ambos partidos en aspectos como las políticas sociales quedaron de manifiesto desde el comienzo.
En este sentido, el portavoz del Ejecutivo vasco en funciones, Josu Erkoreka, ha reconocido diferencias "innegables" entre el PNV y los dos partidos con los que mantiene contactos por separado.
Ahora que ya se conoce la fecha de la investidura, ha abogado por hacer un "esfuerzo" en las conversaciones para tratar de llegar al día 24 con acuerdos cerrados.
Por su parte, el secretario de los socialistas vizcaínos, Mikel Torres, ha afirmado hoy que "no es fácil, pero sí posible" llegar a un pacto con el PNV y ha augurado que lo alcanzarán "porque hay voluntad por ambas partes".
En las anteriores legislaturas han transcurrido entre dos y tres meses desde las elecciones autonómicas hasta la investidura, tiempo aprovechado por los partidos para tratar de alcanzar acuerdos para elegir al lehendakari y respaldar los posteriores gobiernos. Esta vez el plazo que separa la cita electoral del pleno de investidura será de casi dos meses.
La vez en la que más se retrasó la designación fue en 1995, ya que José Antonio Ardanza (PNV) tuvo que esperar 129 días, más de cuatro meses, tras el cierre de las urnas.
En otra elección, como la de 1998, Juan José Ibarretxe (PNV) tardó poco más de dos meses en ser votado por el Parlamento.
En 2001 Ibarretxe fue elegido en dos meses y un día y en 2005 se mantuvieron los plazos medios, ya que la tercera investidura de Ibarretxe se produjo el 23 de junio de 2005, dos meses y seis días después de las elecciones del 17 de abril.
Por su parte, Patxi López (PSE-EE) tardó tras las elecciones del 21 de octubre de 2009 dos meses y 4 días en ser investido lehendakari.
Hace cuatro años, en la última investidura, Iñigo Urkullu (PNV) fue designado lehendakari 53 días después de las elecciones, es decir, menos de dos meses después de que los vascos acudieran a las urnas.
La Ley de Gobierno establece que si en el plazo de sesenta días desde la convocatoria del Parlamento para la investidura ésta no se produce, el lehendakari en funciones deberá disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones, algo que no ha sucedido nunca en Euskadi.
La fecha de la investidura se ha dado a conocer hoy al final del pleno en el que se ha aprobado el dictamen en el que se constata que ningún parlamentario incurre en incompatibilidades para ejercer su cargo.
