La Sección Segunda de la Audiencia de Granada retomará este lunes a las 9.30 horas el juicio, que comenzó el pasado 6 de marzo con la declaración del único acusado, el padre Román, que negó cualquier abuso sexual y recalcó su inocencia. El caso se abrió después de que un joven que ahora tiene 27 años denunciara que cuando tenía entre 14 y 17 sufrió abusos por parte del sacerdote y lo pusiera en conocimiento de la Fiscalía andaluza en octubre de 2014. Sobre este caso llegó incluso a pronunciarse el Papa Francisco.
En las siete sesiones celebradas desde su inicio han declarado los sacerdotes y laicos que estuvieron inicialmente investigados y sobre los que se archivó la causa al haber prescrito cualquier delito, junto a testigos que han dividido sus declaraciones entre la negación absoluta de comportamientos sexuales entre el grupo y los indicios de cariño excesivo del acusado.
El joven por el que se abrió la causa expuso además durante casi cinco horas que sufrió vejaciones y violaciones, consideró que el comportamiento del grupo era similar al de una secta y explicó que tardó en denunciar porque estaba anulado por el procesado, situación que comparó con la que sufren las víctimas de violencia de género.
Tras la sesión de este lunes, centrada en periciales psicológicas, el juicio concluirá mañana con las pruebas documentales y las conclusiones definitivas de las partes, momento en el que el fiscal encargado de la causa, Francisco Hernández, expondrá si mantiene la petición de nueve años de cárcel, la modifica o incluso retira los cargos contra el procesado.