A Homs se le acusa de prevaricación y desobediencia al haber desobedecido la orden del Tribunal Constitucional (TC) de no celebrar la consulta del 9N y, en su defensa, ha declarado que aquella prohibición sobre el proceso participativo no fue clara. De hecho, ha recordado que la Generalitat pidió una aclaración al TC "y esa aclaración no se produjo".
"Pensar que una providencia era el único elemento que nos condicionaba es pensar que los derechos fundamentales no obligan a los poderes públicos", ha explicado Homs a preguntas del fiscal.
"Estaban en juego los derechos fundamentales a la participación política de los ciudadanos y, al lado, una providencia inconcreta, que era un automatismo del Constitucional, algo que no es estrictamente una resolución judicial... y en ese marco el Govern tiene que tomar decisiones", ha declarado Homs.
Su argumentación trata de defender que, si por un lado el Tribunal Constitucional prohibió, de manera indudable, la consulta del 9N, no fue tan clara su anulación de la convocatoria posterior, el proceso participativo, el que finalmente se celebró.
En ese contexto, el gobierno catalán, no teniendo claro que se le prohibía de nuevo la celebración del proceso el 9N, decidió ponerlo en práctica teniendo en cuenta otros factores.
"En ese contexto, no fácil, tomamos la decisión de celebrar no una consulta, que había sido prohibida por una providencia anterior que sí fue clara, sino un proceso participativo", ha señalado Homs.
El Tribunal Supremo ha comenzado esta mañana el juicio contra Homs por desobediencia al Constitucional en la consulta del 9N, una vista que ocupará la mañana de hoy con la declaración del imputado.