DEBEN RESPONDER ANTES DEL MARTES

Las grandes ciudades catalanas se debaten entre el silencio y el rechazo a ceder locales para el referéndum del 1-O

Algunos alcaldes ya han notificado a Puigdemont que no cederán locales de votación para el 1-O, tras la suspensión del referéndum por parte del Constitucional. El nexo de unión entre la mayoría de ciudades donde se ha dicho 'no' es la presencia del PSC en el equipo de gobierno.

ondacero.es

Madrid | 08.09.2017 18:54

 El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont | EFE

Ayuntamientos catalanes que suman al menos tres millones de habitantes guardan silencio o ya han rechazado la cesión de los locales electorales habituales para la celebración del referéndum de independencia del 1 de octubre, después de que el Tribunal Constitucional haya suspendido su convocatoria. Se trata, entre otros, de Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat, Terrassa, Lleida, Tarragona, Mataró, Santa Coloma de Gramenet, Cornellà de Llobregat, Sant Boi de Llobregat, Viladecans, El Prat de Llobregat y Castelldefels.

El nexo entre todas estas localidades es la presencia del PSC en el equipo de gobierno, en algunas ocasiones en solitario y en otras compartiendo protagonismo con otras formaciones, algunas de ellas independentistas. En todos los casos, se ha trasladado a los servicios jurídicos municipales la carta en la que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, daba un plazo de 48 horas para confirmar la disponibilidad de los espacios que se usan habitualmente como colegios electorales para el referéndum del 1 de octubre.

La mayor parte de estos municipios aún no se han pronunciado sobre si responderán a la carta de Puigdemont, dado que entienden que el plazo para decidirse acaba el próximo martes por considerar el fin de semana y el festivo de la Diada inhábiles. Hacen esta interpretación en base al artículo 30.1 de la Ley 39/2015 de Procedimiento Administrativo Común, que establece que los plazos superiores a 24 horas se deben expresar en días hábiles.

A su entender, estos empezaron a contar a partir del momento en que se recibió la carta y, como el lunes es festivo en Cataluña, sostienen que el tiempo dado por el Govern expira el martes. Algunos ya se han posicionado, como la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlón, que ha comunicado por escrito que no cederá locales de votación para el 1-O, porque el referéndum ha sido suspendido por el Tribunal Constitucional (TC). Aún más importancia tiene el papel de L'Hospitalet de Llobregat, la segunda ciudad más importante de Cataluña con más de 250.000 habitantes.

La alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat, la socialista Núria Marín, ya ha rechazado ceder locales para el 1-O. Tampoco va a ceder espacios su compañero en la ejecutiva del PSOE y hombre fuerte de Pedro Sánchez en Cataluña, el alcalde de Viladecans (Barcelona), Carles Ruiz. Se da el caso de que el pleno de esta localidad ya aprobó en julio de 2016 una resolución en la que rechazaba la "voluntad manifestada por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de desobedecer las sentencias y las resoluciones del Tribunal Constitucional, así como el de vulnerar el marco legal estatutario y constitucional".

También han mandado cartas rechazando la cesión de espacios electorales la alcaldesa de Vallirana (Barcelona), Eva Martínez, y la alcaldesa de Gavà (Barcelona), Raquel Sànchez, mientras que el alcalde de Mataró (Barcelona), David Bote, presumiblemente hará lo mismo, ya que avisó de que no cedería locales si el TC suspendía la Ley del Referéndum.

La alcaldesa de Badia del Vallès (Barcelona), Eva Menor, también ya ha firmado una carta declinando colaborar con la Generalitat para la celebración del 1-O después de la suspensión del TC. Otras grandes ciudades, entre ellas la capital catalana, aún no se han manifestado: no lo han hecho la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ni tampoco el alcalde de Cornellà de Llobregat (Barcelona), Antoni Balmón.

A este grupo se suman el alcalde de Lleida, Àngel Ros, que en el pasado ya había censurado abiertamente que se pidiera la colaboración de los ayuntamientos para "actos ilegales", y el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros. Un caso llamativo de los municipios que guardan silencio es el de Castelldefels (Barcelona), donde la alcaldesa socialista, Maria Miranda, gobierna gracias a un acuerdo con Movem Castelldefels (la lista que lideraba ICV, junto con otros partidos), PDeCAT, ERC y Castelldefels Sí Pot (marca local de Podemos).