En la Asamblea General Ordinaria que ha celebrado la entidad en el pabellón de la Mar Bella de Barcelona, la ANC ha fijado sus objetivos estratégicos, entre los que establece la necesidad de mantener el "carácter no violento y pacífico" del proceso independentista, y reforzar la independencia de la entidad respeto a los partidos.
También apuesta por la "unidad de acción" de los partidos y las entidades independentistas, y por intensificar el nivel de movilizaciones para reclamar la liberación de los presos soberanistas, el retorno de los consellers cesados que están en Bélgica y defender la República catalana.
La ANC defiende que, pese a que las elecciones del 21 de diciembre dejaron una mayoría absoluta independentista, "hace falta implicar toda la sociedad en la construcción de esta República que ha sido proclamada", de manera que ven necesario ampliar la base social del soberanismo.
Además, el documento de la ANC insta al Govern y al Parlament a construir la República catalana como "un poder efectivo y no dependiente del Estado español" en diferentes ámbitos: la financiación y el control de la hacienda catalana, el poder judicial y las fuerzas de seguridad.