Fundación de Estudios de Economía Aplicada

La reforma laboral no ha logrado reducir el empleo temporal en la práctica, según Fedea

El informe llevado a cabo por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada realiza una evaluación preliminar de la reforma laboral del año 2021 utilizando una base de datos que cubre todos los registros diarios de creación y destrucción de afiliados a la Seguridad Social.

ondacero.es

Madrid | 18.12.2023 12:33

Entrada de la oficina de empleo de Méndez Álvaro en Madrid
Entrada de la oficina de empleo de Méndez Álvaro en Madrid | Jesús Hellín / Europa Press

La reforma laboral aprobada por el Gobierno en 2021 ha sido "muy efectiva" reduciendo la tasa de empleo temporal "contractual", pero no ha logrado "mitigar la inestabilidad laboral" o reducir el empleo temporal "empírico".

Es la principal conclusión del estudio publicado este lunes por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), en el que realiza una evaluación preliminar de la norma que el Ejecutivo de Pedro Sánchez acordó con patronal y sindicatos y validó en el Congreso gracias al error en el voto de un diputado del PP.

Según el análisis, esta reforma se ha mostrado como la política "más exitosa" para tratar de luchar contra la dualidad del mercado laboral español e incluso ha "llamado la atención" de otros países europeos para llevar a cabo este propósito en sus respectivos mercados.

Fedea subraya que, si la misión es reducir no solamente el empleo temporal en términos contractuales sino también en la práctica, es "necesario" acompañar la prohibición de los empleos temporales "con un incremento de la flexibilidad de todos los contratos indefinidos". Así, acabar con el empleo temporal requeriría una reforma "más ambiciosa".

Acorde al estudio firmado por los investigadores José Ignacio Conde-Ruiz, Manu García, Luis Puch y Jesús Ruiz, hacer los contratos permanentes "más atractivos" para las empresas "ayudará a cambiar el modelo de producción a través de actividades menos estacionales y temporales con mayor valor añadido". Sin embargo, reconocen que acabar con el empleo temporal "contractual" es un "buen primer paso" para acabar con el empleo temporal "empírico".

Contratos fijos-discontinuos

Asimismo, el análisis de Fedea subraya la apuesta realizada por el Gobierno por la promoción de los contratos fijos-discontinuos, asegurando que estos no ofrecen "el mismo nivel de seguridad laboral que los contratos indefinidos tradicionales" a pesar de estar etiquetados como tal. Esto ha provocado una "notable disminución" de los contratos temporales "sin mucha mejora en la duración del empleo o la estabilidad de los trabajadores".

También señala, no obstante, que la conversión de trabajadores temporales en permanentes se "ha incrementado". El texto lamenta que, teniendo en cuenta que los contratos indefinidos ofrecen "una mayor estabilidad jurídica y conllevan mayores costes de terminación" que los temporales, "teóricamente debería haber un aumento en la estabilidad de los trabajadores", pero la situación resulta "más compleja de lo que parece inicialmente".

Por un lado, señala que se ha producido un aumento de la destrucción de los contratos indefinidos ordinarios tras la reforma, "muchos de los cuales" se produjeron durante el período de prueba, cuando no hay coste por indemnización. Por otro lado, los investigadores creen que una "parte importante" de los contratos fijos-discontinuos serán finalizados de forma "voluntaria" por los trabajadores por la naturaleza "corta e intermitente" de los contratos.

Nuevo marco laboral

Fedea cree que el nuevo marco laboral permite una "composición diferente de los contratos" para crear una "réplica exacta" de la situación anterior en términos de estabilidad para los trabajadores. Por tanto, considera que, en términos agregados, el mercado laboral "no muestra los cambios previstos en la duración del empleo como resultado de la caída del empleo temporal", pero sí cómo las nuevas modalidades contractuales "se van adaptando a actividades estacionales o intermitentes, consiguiendo los mismos resultados que antes de la reforma".

Asimismo, considera que la tasa de temporalidad, que era el principal indicador para medir la precariedad laboral en países con mercado laboral dual, "ha dejado de ser un buen indicador al perder capacidad de observar a este segmento de trabajadores". Por tanto, habría que buscar "otras formas de medir la precariedad que vayan más allá de la etiqueta del contrato, como por ejemplo la duración de los contratos".

Finalmente, el análisis asegura que, para una evaluación "más justa y completa" de la reforma es necesario esperar unos años después de su aprobación "para ver cómo se consolidan las tendencias destacadas en este artículo" y realizar "una descripción más detallada de las características y la trayectoria laboral de los trabajadores".