El blog del lector

Los libros del año (II)

Concluimos nuestro repaso a los títulos más significativos de 2012 que iniciamos en el programa de la semana pasada.

ondacero.es

Barcelona | 04.01.2013 18:04

Portada de 'Antigua Luz', de John Banville
Portada de 'Antigua Luz', de John Banville | Agencias

Un aviso previo. Por razones obvias –el espacio en Julia en la Onda no es ilimitado– hemos descartado muchos libros interesantes; en general, en el programa sólo comentamos los libros que nos gustan o que, creemos, pueden interesar a nuestra audiencia, por lo que revisando en el blog cualquier programa anterior, encontrarán propuestas más que estimulantes.

Narrativa extranjera

Si 2012 ha sido un año bueno para la narrativa en castellano, no puede decirse lo mismo de los autores extranjeros. Ha habido buenas novelas pero ninguna que lleve camino de ser un clásico o que haya impactado del modo en que lo hicieron algunos títulos otros años. Hemos seleccionado dos.

Antigua Luz, de John Banville (Alfaguara). Un juego de espejos y una profunda reflexión sobre la memoria. Es, formalmente, una historia sobre una iniciación en la que un viejo actor recuerda su primer gran amor. Una buena novela con el sello Banville: lenguaje rico, idas y venidas al pasado bien engranadas, erotismo latente y una historia bien contada, que no es poco.

La premio Nobel norteamericana Toni Morrison ha vuelto a publicar una novela tras cuatro años de silencio narrativo. Volver (Lumen) es un libro no muy extenso, apenas 160 páginas, pero muy intenso. Relata la vuelta a casa de un veterano afroamericano de la guerra de Corea, que vive en un pueblo segregado del Sur de los Estados Unidos en la década de 1950. Morrison realiza un retrato durísimo de la segregación y reflexiona sobre el concepto de hogar cuando éste nos es hostil. Hogar es, justamente, el título en inglés de esta obra, una vuelta de tuerca al concepto de hijo pródigo.

También regresó Haruki Murakami con Baila, baila, baila (Tusquets). A pesar del interés que despierta en nuestro país el autor japonés no fue un fenómeno equiparable a 1Q84, ya que este nuevo libro es, en realidad, una novela muy anterior en contenido y estilo –el original es de 1988– que permanecía inédita en nuestro país. En veintitantos años la escritura y la personalidad de un autor evoluciona muchísimo y eso lo ha notado el lector que descubrió a Murakami con la ya citada 1Q84.

¿Novelas documentales?

Una de las tendencias al alza son los libros a medio camino entre el documento y la novela, entre la realidad y la ficción. ¿Cómo las llamamos? En algunas, el peso de lo autobiográfico supera a la ficción, en otras la cosa está más equilibrada. En todo caso, traemos cinco títulos y los cinco son muy buenos.

La hija del Este, de Clara Usón (Destino), narra la historia de Ana, hija de Ratko Mladic, líder de los serbiobosnios durante la guerra de los Balcanes. Es una mujer guapa y brillante que está muy unida a su padre. Hasta que su vida se hunde cuando descubre los crímenes que aquél cometió en Bosnia. No lo pudo soportar y se suicidó en 1994, a los 23 años de edad. El libro de Usón es tan difícil de clasificar como apasionante. Utiliza todos los recursos narrativos posibles, desde elementos folclóricos hasta el reportaje pesando por la ficción y el retrato psicológico.

Nada se opone a la noche, de Delphine de Vigan (Anagrama), es la crónica estremecedora de una familia a lo largo de tres décadas. Se trata de una reflexión –una introspección– sobre el paso del tiempo y los oscuros secretos que pueden esconderse tras una vida en apariencia plena. El texto arranca cuando Delphine encuentra el cuerpo de su madre, que se ha suicidado.

Exilio, de Jakob Ejersbo (Rocaeditorial), una de las sorpresas más agradables del año. Tomen nota. Podemos calificarla como el reverso de las novelas de iniciación. Es una historia dura y emocionante protagonizada por la joven Samantha, un personaje que enamora desde la primera página. Hija de ingleses, acude a una escuela internacional en África. El retrato de la comunidad extranjera y de su relación con la población autóctona es demoledor. Hay episodios hilarantes como el de los partidos de tenis de las muchachas hindúes –hijas de ricos hombres de negocios–. Se basa en la experiencia personal del autor, que vivió en Tanzania, y que, por desgracia, murió hace poco a causa del cáncer.

¿Qué decir de Intocable, de Philippe Pozzo di Borgo (Anagrama)? Es la novela en la que se basa la película del mismo título, uno de los éxitos del año. En realidad es la suma de dos novelas más cortas de tintes autobiográficos. Narra la amistad entre dos intocables, un hombre de negocios tetrapléjico y su cuidador de los arrabales parisinos, senegalés en la película, argelino en el libro y en la realidad. Sin concesiones y con un humor irreverente.

La bibliotecaria de Auschwitz, de Toni Iturbe (Planeta), merecía mayor repercusión que la que le ha deparado la maldita crisis en la que estamos inmersos. Es un trabajo apasionado y lleno de esperanza a pesar del marco temporal y geográfico. Se centra en la adolescente Dita Kraus, que creó una biblioteca en el campo de exterminio de Aushwitz. Dita es un personaje real que aún vive y con quien se ha entrevistado el autor. Un canto de amor a los libros y a la capacidad de supervivencia del ser humano.

Novela negra

La novela negra ha dejado de ser una moda para convertirse en un género consolidado. Hay buenos títulos pero nada excepcional o extraordinario. Las obras maestras no abundan

No llames a casa, de Carlos Zanon (RBA), es un ejercicio de estilo arriesgado, historias cotidianas, sin brillo aparente, que se cruzan y descruzan para deslumbrarnos al final. ¿Novela negra? Sí pero no.

La honorable sociedad, de Manotti Doa (el Aleph), obtuvo hace un tiempo el Gran Premio francés de la literatura policial. Se articula a través de una triple trama de suspense muy bien contada. El arranque es espectacular: unos hackers ecologistas se meten en el ordenador de un directivo de las nucleares francesas y son testigos de su asesinato. A partir de ahí se dispara un argumento emocionante y crítico, puesto que la historia está enmarcada en las elecciones presidenciales.

En primera línea de fuego, de Charlotte Carter (Siruela), es un buen ejemplo de una de las tendencias que mejor funcionan: la novela negra situada en el pasado, en un marco histórico excepcional. La protagoniza una hippy veinteañera negra y sus tíos. Los hechos suceden en una comunidad hippy de Chicago en los años 60. Incidentes raciales, Vietnam y una accidentada convención política añaden interés a un libro original, no muy extenso y emocionante.

Petros Márkaris nos ha regalado momentos brillantes a costa de su visión lúcida de la crisis económica griega, mezclada con casos criminales que investiga su inefable comisario Kostas Jaritos. El año pasado inició esta miniserie con Con el agua al cuello (Tusquets) y la ha continuado en 2012 con Liquidación final. El humor le da un toque muy especial para el lector español, tan cercano al griego en estos tiempos de zozobra.

No ficción

Ha habido mucho y muy bueno en eso que llamamos no ficción, una forma de catalogar desde los ensayos a las obras autobiográficas o los libros-documento.


El desengaño de internet, de Evgeny Morozov (Destino), ha sido uno de mis favoritos del año. Desmitifica el supuesto poder integrador, liberador y democratizador de las redes sociales. Es lúcido y polémico. Te apasiona, te atrapa y te indigna a partes iguales. No lo dejen pasar si están interesados en lo que se cuece a nuestro alrededor.

Continente salvaje, de Keith Lowe (Galaxia Gutenberg), es una crónica brutal, despiadada y clarificadora de Europa tras la II Guerra Mundial. El título lo dice todo sobre un retrato duro y documentado de lo que fue el Viejo Continente no hace tanto.

Joseph Anton, de Salman Rushdie (Mondadori). La fatua que lanzó contra él el ayatolá Jomeini, a cuenta de su novela Los versos satánicos, convirtió a Rushdie en una celebridad mundial. Más allá de aquel episodio, su vida ha sido tan intensa como cualquiera de sus libros. Estas son unas memorias para quienes odian las memorias.

A medio camino entre la no ficción y la pasión está el deporte. Las editoriales se lo han tomado en serio y se han publicado títulos muy interesantes. Además, se han creado varias colecciones y algún sello, como Córner, especializados en literatura deportiva.

Héroes de nuestro tiempo, de Santiago Segurola (Debate), es una antología de artículos del que considero el mejor periodista deportivo de los últimos años. Y con diferencia. Con Segurola no se sabe si es más interesante lo que explica o cómo lo explica. Por eso es literatura. Imprescindible para los estudiantes de periodismo.

Interesante, también, es el trabajo sobre la historia de la selección española de fútbol que se titula Del choque al toque y firma  Carlos Toro (Córner). De paso, nos sirve para ser consciente de cuánto ha cambiado este país en las últimas décadas.

Para los jóvenes

No nos podemos olvidar de los más jóvenes. Hemos seleccionado dos cuentos largos y una de las tendencias que destacarán, seguramente, en 2013.

Esa tendencia es lo que se ha venido en llamar steampunk. Se trata de una mezcla de la época victoriana, dominada por la tecnología del vapor –de ahí lo de steam–, con elementos de fantasía y ciencia ficción.

Edebé ha incorporado a su catálogo títulos muy interesantes de esta corriente. Destaca la serie Leviathan, de Scott Westerfeld, una historia alternativa de la I Guerra Mundial con máquinas y personajes fascinantes. Trepidante e imaginativa, es ideal para el público joven y para algún adulto que quiera desconectar pasando un buen rato.

La historia de Mix, de Max y de Mex (Espasa) recupera para la causa infantil a un muy buen escritor chileno residente en Gijón, Luis Sepúlveda. Es un maravilloso cuento para niños sobre las diferencias y la amistad. Los padres disfrutarán un montón leyéndoselo a los más pequeños, mientras que los mayorcitos se lo pasarán bomba con las aventuras de este trío –gato, niño y ratón– tan especial.

Los pingüinos de Mr. Popper, de Richard y Florence Atwater (Siruela), ha sido recuperado a partir del estreno de la película del mismo título. Es un clásico de la década de 1930,  con una historia muy alocada y divertida sobre un pintor que recibe un inesperado regalo procedente de la Antártida. La edición española conserva las magníficas ilustraciones de la época.

Recuperaciones

A propósito de recuperaciones y, para acabar el resumen, destaca el rescate de varios clásicos contemporáneos españoles y extranjeros.

En 2012 se ha celebrado el bicentenario de Charles Dickens sin que tuviera en nuestro país la repercusión que se merecía. Destaca la nueva traducción de David Copperfield (Alianza), que ha insuflado nueva vida e interés a una novela fundamental.

Destino, por su parte, ha recuperado el Guerra y Paz de la Guerra Civil española. No se pierdan Incierta gloria, de Joan Sales, una obra monumental. La misma editorial ha rescatado obras seleccionadas de Ana María Matute, de quien La 2 emitirá un documental, mañana día 4, en la que un servidor ha colaborado como guionista.

Planeta reedita la obra completa de Manuel Vázquez Montalbán protagonizada por el detective Pepe Carvalho. Cada volumen contiene varios libros ordenados temáticamente. Forman una verdadera crónica de la Transición española. Curiosamente, los títulos más antiguos son los que se mantienen más frescos.

RBA está reeditando la obra completa de dos genios de la novela negra, Dashiell Hammett –mi ídolo–y Raymond Chandler. Muchos autores de hoy se conformarían con que la mejor de sus páginas pudiera compararse con una página mediocre de aquellos dos novelistas irrepetibles. Los detectives Sam Spade y Philip Marlowe forman parte del olimpo de los mitos literarios.