Aitor, cada domingo y festivo, hace sonar de manera manual las campanas de la Iglesia de La Encarnación de Bilbao, llamando a misa.
No ha tenido quién le enseñe en esta tarea y su conocimiento lo ha adquirido, en gran medida, a través de internet. Tampoco tiene quién le suceda en esta actividad, aunque no descarta que a alguno de sus sobrinos le pueda interesar.
