El Hospital Universitario de Badajoz cuenta en funcionamiento, desde el pasado 2 de febrero, del primer acelerador lineal donado por la Fundación Amancio Ortega, que se une al que ya instaló el SES en el 2018. Ha supuesto un desembolso de 1,6 millones para adaptarlo ya que ha necesitado un búnquer que evite que salgan al exterior las radiaciones, y permite, por un sistema de imagen, actuar directamente sobre un tumor y no dañar células sanas. Por ambos pasan en torno a unas 100 personas diarias.
Los siguientes funcionarán en Cáceres, Mérida y Plasencia, que están en distintas fases de instalación