CON MOTIVO DEL 20 aniversario de la tragedia

València restaurará el memorial de las víctimas del accidente de metro de 2006

Todos los relojes que integran el monumento volverán a marcar la hora exacta del siniestro

Nacho Reig

València |

resturacoión
Estado actual del memorial | Ayuntamiento de València

El Ayuntamiento de València ha anunciado que va a restaurar el monumento en memoria de las víctimas del accidente del metro del año 2006, aprovechando que el próximo 3 de julio se cumplirá el vigésimo aniversario del suceso, que se cobró la vida de 43 personas. La previsión es ejecutar los trabajos a lo largo del primer semestre del año que viene.

El memorial se ubica en el cruce de Sant Vicent Màrtir con las calles Mestre Sosa y Roís de Corella, sobre la curva en la que se produjo el siniestro. Está formado por cuatro tabiques de vidrio sobre los que hay 43 relojes blancos, uno por cada víctima, que señalan la hora en que se truncó su vida, y otros siete relojes negros. El concejal de Acción Cultural, José Luis Moreno, ha asegurado que la intervención planteada pretende preservar la imagen original del monumento y su simbolismo:

El ayuntamiento, además, estudiará la posibilidad de colocar en las inmediaciones del memorial un atril metálico con un código QR desde el que se pueda acceder a la información sobre el accidente. El monumento es obra de la artista alemana afincada en València Anja Krakowski y fue donado en 2016 al consistorio.

La Oficina Técnica de Restauración y Mantenimiento de Monumentos, dependiente del Servicio de Patrimonio Histórico y Artístico, se reunió 'in situ' frente al memorial con la Asociación de Víctimas del Metro del 3 de julio de 2006, con el fin de analizar las deficiencias que presenta en estos momentos, algunas de ellas existentes desde prácticamente su instalación, hace ya casi una década, y de plantear medidas para revertir su actual deterioro. Asimismo, se ha contado con la opinión de la autora del memorial, con quien se ha mantenido "comunicación directa en todo momento".

Inspección visual

Tras hacer una inspección visual del monumento se comprobó que 21 de las 43 esferas blancas de los relojes se encuentran desplazadas respecto a su posición inicial, no marcando la hora del accidente, seguramente como consecuencia de la vibración generada por el paso inferior del metro y de la falta de fijación de las mismas a la carcasa exterior. En cuanto a las esferas negras, todas ellas se encuentran quemadas por efecto de los rayos del sol, con pérdida de color y desprendimiento del vinilo que las recubre. Además, los siete relojes negros tienen restos de pegatinas en el vidrio exterior.

En segundo lugar, varias esferas presentan vapor de agua de condensación en el interior, probablemente agravado por un "deficiente o inexistente" sellado de las carcasas metálicas. Igualmente, han desaparecido algunos de los tornillos avellanados que cierran las carcasas que conforman los relojes y la placa inferior de la peana de hormigón no aporta información ni permite el acceso a los datos que la asociación tenía colgados en su servidor en referencia al accidente. Por último, se observó en la cara posterior del monumento que una de las esferas de vidrio sitas en el trasdós de los relojes se encuentra rota.