PENSAMIENTOS Y REFLEXIONES

Escribá: cómo hacer que lo fácil parezca sencillo

El cambio en el banquillo del Elche CF ha servido para salir de la zona de descenso en cuatro jornadas y para mirar al futuro con más optimismo; aún queda camino por recorrer, pero el trayecto empieza a enderezar el rumbo

Santi Martínez

Elche | 12.03.2021 12:10

Decía Einstein: “Se debe hacer todo tan sencillo como sea posible, pero no más”. Siempre se habla del orden como una de las características de los equipos de Fran Escribá. Siendo cierto, para mí la característica principal de sus equipos como reflejo de su persona es la practicidad. Puede variar el sistema, los perfiles de los jugadores utilizados, pero todo se basa en ser prácticos. En llevar a cabo ideas aparentemente sencillas, pero que son las que, bien ejecutadas, más te acercan al éxito.

Son famosas las frases de Cruyff en este sentido: “Si el delantero rival es muy bueno desmarcándose, no lo marques” o “mientras yo tengo el balón, el rival no puede tenerlo”, por ejemplo. ¿Cuál creo que es la frase que sintetizaría el nuevo Elche de Escribá? Cuanto menos tiempo se juegue en nuestros últimos treinta metros, menos posibilidades tendremos de encajar.

Este me parece el cambio radical a través de una idea sencilla que ha sufrido el Elche. Hemos pasado de partidos en los que casi todo ocurría en nuestro primer tercio de campo, porque salíamos jugando desde nuestra portería y replegábamos con un línea de seis casi a la altura de nuestra área, a partidos en los que se busca que en ese sector sucedan las menos cosas posibles. A que el balón esté ahí el mínimo tiempo imprescindible. Porque da la ‘casualidad’ de que es esa zona la única en la que puedes encajar. ¿Simple, verdad?

Esta premisa se observa claramente. Nuestro primer tercio de campo se desecha para la construcción del juego. Y en defensa se utiliza un bloque medio con la última línea quince metros por delante del área. Un equipo muy junto, cerrando líneas de pase y protegiendo todo el pasillo central. Porque esa es la segunda norma de oro en forma de frase lapidaria: el pasillo central no se transita porque es el más peligroso.

Así, en ataque siempre se juega en largo evitando que la pelota esté cerca de nuestra portería. Y siempre se trata de llevar el balón rápidamente a una banda, evitando que nos puedan robar en la zona central, ya que una pérdida ahí es mucho más peligrosa que en un costado. Y en defensa, los laterales cierran y se hace hincapié en evitar el juego interior y entre líneas. Nos pueden rodear, pero no atravesar. Minimización de riegos. Practicidad.

Para conseguir este fin, Escribá ha tirado de su adaptación a la plantilla y ha encontrado una solución ideal: la doble punta con Boyé y Carrillo. Dos delanteros que van de maravilla en el juego directo y que te permiten empezar las jugadas en campo contrario, a través de su recepción y descarga tanto en el apoyo central como en la caída a banda. Dos referencias de altura dentro del área para que jugar a llegar por banda y centrar tenga todo el sentido.

Además, ambos ofrecen una gran capacidad de trabajo en fase defensiva, tanto en la presión adelantada como en el repliegue a la altura del círculo central, lo que permite que el equipo siempre se mantenga muy junto.

Decía Steve Jobs: “Concentración y simplicidad. Lo simple puede ser más difícil que lo complejo. Tienes que trabajar duro manteniendo tu mente clara para hacer las cosas simples. Vale la pena llegar hasta el final con esto, porque cuando terminas puedes mover montañas”.