La Guardia Civil ha detenido a un camionero acusado de un presunto delito de homicidio imprudente por la muerte de un hombre al que llevó agarrado a uno de los retrovisores del vehículo durante tres kilómetros y circulando a 100 kilómetros por hora. El fallecido acabó cayendo violentamente contra la calzada, perdiendo la vida.
Al parecer, mientras el camionero se encontraba parado haciendo un descanso, la víctima intentó introducirse en la cabina del camión por la fuerza. El transportista inició entonces un forcejeo con él y tras evitar que se subiera al camión, inició la marcha.
El fallecido se enganchó en ese momento desde el exterior colgándose del espejo retrovisor y apoyado en los peldaños de subida a la cabina continuó en su intento de introducirse en el habitáculo.
El camionero circuló en esas circunstancias durante casi 3 kilómetros a una velocidad de 100 kilómetros por hora, accediendo en última instancia al área de servicio Las Salinetas de Petrer frenando bruscamente, momento en el que la víctima salió despedida y el camionero huyó del lugar sin auxiliarla.
El herido fue evacuado al Hospital General de Alicante donde ingresó con vida, pero falleció al día siguiente.
Los hechos se produjeron en la madrugada del pasado día 3 en la A3.
La investigación posterior de la Guardia Civil ha llevado a identificar el camión, arrestándose a su conductor, que es un hombree de 56 años y nacionalidad española, que tras ser puesto a disposición judicial ha quedado en libertad con cargos.
De uno a cuatro años de prisión
En virtud del Código Penal, el autor de un delito de homicidio por imprudencia puede ser castigado con penas de prisión de uno a cuatro años, así como la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de uno a seis años. Por el delito de omisión del deber de socorro, se pueden incrementar a las penas anteriores, con prisión de seis meses a cuatro años.
