Las nuevas restricciones al riego puestas en marcha por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en la comarca castellonense del Alto Palancia ponen en serio peligro según las estimaciones de La Unió unos ingresos para los agricultores de la zona estimados en alrededor de 12 millones de euros, cantidad que sería lo que dejarían de percibir en el caso de perder la cosecha.
Esta misma semana la CHJ ha comunicado mediante un escrito dirigido a las comunidades de regantes de Sot de Ferrer y Soneja que “en tanto no circule el caudal ecológico correspondiente en la masa 13-06. Río Palancia: rambla Seca-embalse de Algar no se podrá derivar agua del río Palancia”. Estas restricciones de riego a través de las acequias se suman a las ya vigentes desde el pasado 27 de mayo en otras localidades de la comarca como son Jérica, Viver, Bejís y Teresa.
En el total de estas seis localidades hay 3.204 hectáreas cultivadas, de las que unas 1.000 se encuentran en regadío, fundamentalmente con cítricos, hortalizas, olivos, almendros y frutales que ven amenazada su supervivencia en la próxima cosecha e incluso en las plantaciones si las restricciones se mantienen en el tiempo.
El escrito de la Confederación remitido a las comunidades de regantes del Alto Palancia amenaza con infracciones administrativas ante el incumplimiento de las condiciones impuestas en las concesiones y autorizaciones administrativas. La Unió reclama un diálogo fluido entre la Confederación Hidrográfica del Júcar y los regantes afectados antes de cortar el suministro de riego. Para ello va a solicitar una reunión urgente con el comisario de Aguas de la Confederación, Marc García, para analizar la situación y plantear soluciones como por ejemplo establecer unos riegos de socorro o analizar los pozos de emergencia frente a la sequía que existen en la zona.