La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a dos años de cárcel a un vecino de Aigües por propinar garrotazos y puñetazos a la concejala de Protección Animal del municipio, quien previamente le había reprendido por echar un producto, que resultó ser lavavajillas, en un comedero para gatos.
Los hechos se produjeron hace tres años y medio, cuando el hombre tenía 71 años. La edil fue informada por teléfono de que alguien estaba echando un producto que podía ser nocivo en el comedero de una colonia felina de Aigües. La concejala se desplazó al lugar y le preguntó al acusado qué estaba haciendo. En ese momento, comenzó a golpearla con el garrote y le dio varios puñetazos. Dos vecinos acudieron en su ayuda y al agresor huyó.
A pesar de que el procesado negó los hechos durante la Vista, el Tribunal considera probada la agresión y le condena por un delito de lesiones con instrumento peligroso. No obstante, le absuelve del delito de atentado a autoridad al no quedar probado que el condenado conociera que había golpeado a una concejala.
También deberá indemnizar a la víctima con 6.500 euros por diversos conceptos y no acercarse a menos de 150 metros.

