El Kick Boxing es un deporte de contacto cuyo fin es el K.O. En él se mezclan las técnicas de lucha o combate de boxeo con algunas artes marciales y generalmente no se permiten golpes con codos y rodillas como en el Muay Thai, aunque tenga su origen es ese arte marcial Tailandés.
Como muchos saben, en la trilogía, Cristian Grey impone a su sumisa clases de Kick Boxing para coger fondo y poder aguantar las largas sesiones de sexo seudo-sadomasoquista a las que se tiene que prestar si quiere tener un novio guapo y más que rico. Pero dejando a un lado la ficción, lo cierto es que el Kick Boxing no es la práctica deportiva más apropiada para una persona que no ha hecho nunca ejercicio. Entre otras cosas y aparte de la condición física, porque no a todo el mundo le gusta pelear ni competir. Y aquí se pelea hasta acabar con el rival. Existen distintas disciplinas. Fabián Cuenca, medalla de Oro en el Campeonato del Mundo de Kick Boxing en 1995, las resume en dos: Una, en la que se golpea de cintura para arriba y otra, en la que también golpeas de cintura para abajo. Como te puedes imaginar guantes y protecciones son obligatorios.
Es importante que sepas que al margen del Kick Boxing hay un gran abanico de disciplinas basadas en ese deporte, más accesibles y amenas, en las que también sudas a base de guantazos. Son clases de Fitness de contacto donde a ritmo de la música tonificas y quema alrededor de unas 600 calorías que serán más o menos dependiendo de la intensidad que le pongas. Aerobox, Cardiobox, Body combat... Hay muchas técnicas y todas se basan en golpes, puñetazos y patadas al ritmo de la música. Fabián Cuenca por ejemplo es creador del sistema de entrenamiento Cardio Kick Box.
Son clases muy amenas. Sudas a chorros y después de la paliza te quedas de un relajado…
Te recomiendo que lo pruebes porque engancha. Lo recomendable son 2 o 3 clases a la semana y el resto de los días variar el ejercicio físico. Porque recuerda, que en esto de quemar, el cuerpo se acostumbra si siempre haces lo mismo.
Mil besos