Sin embargo, esta gran avenida sí vivirá cortes parciales en el tráfico rodado debido a las obras para ampliar sus aceras, que harán que los coches pierdan un carril por sentido en beneficio de los peatones y que se extenderán durante 10 meses desde su comienzo en enero.
"Las restricciones al tráfico tendrán que ver con el uso del espacio público disponible, exclusivamente", ha asegurado el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible (DUS), José Manuel Calvo, en la rueda de prensa posterior a la Junta del Gobierno.
Dichos cortes se irán avisando según vayan avanzando las obras, ha añadido el delegado.
Sin embargo, ayer Calvo explicó, en una entrevista radiofónica que "no tendría mucho sentido" reabrir la Gran Vía al tráfico después de Navidades "para empezar la obra un mes o quince días después. Lo que haremos será mantener esa estructura para que puedan a empezar a operar las empresas que harán la obra".
Pese a estas declaraciones ha aclarado, a preguntas de los periodistas, que no se refería a limitar el acceso a los no residentes, sino a "coordinar" el cierre de Navidad con la obra de ampliación de las aceras, una coordinación "razonable" que no ha detallado, pero que no vetará el acceso al vehículo privado.