El día 3 de marzo la Policía Nacional recibió una llamada en el teléfono 091 en la que un ciudadano manifestaba que habían secuestrado a su hijo y que le estaban exigiendo 2.200 euros a cambio liberarle, incuso le habían amenazado con que si no pagaba, lo matarían. Además, otros familiares de la víctima también habían recibido llamadas telefónicas con las mismas amenazas.
De manera inmediata, varias unidades de Seguridad Ciudadana y el Equipo de Negociadores de la Policía Nacional se hicieron cargo de la investigación de los hechos, determinando que había al menos dos autores, un hombre y una mujer.
Sobre las 14:45 horas del mismo día, se recibió en el 091 una llamada de una sucursal bancaria de Ciudad Real, en la que explicaban que había entrado un hombre en la oficina pidiendo que llamaran a la Policía Nacional porque estaba secuestrado, y que sus captores estaban fuera esperándole.
Este aviso permitió rescatar a la víctima de manera inmediata, mientras las personas que centraban las sospechas de los agentes continuaban bajo investigación.
Finalmente, los indicios y pruebas recogidos por los investigadores lograron identificar a una tercera persona entre los presuntos autores de los hechos, estableciendo un dispositivo para la detención de los tres implicados.
También se localizó el vehículo que utilizaron para trasladar a la víctima a diferentes bancos, en un primer intento de que él mismo les hiciese entrega del dinero que supuestamente les debían. Al no lograrlo de este modo, fue cuando decidieron llamar a los familiares del secuestrado para cobrar el dinero.
En el domicilio en el que mantuvieron secuestrada a la víctima se realizó una entrada y registro en la que se intervinieron 500 euros y varios teléfonos móviles.
Los tres detenidos pasaron a disposición judicial.