La Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), presidida por la alcaldesa de Alcázar de San Juan, Rosa Melchor, coordina y desarrolla la marca Rutas del Vino de España, que quiere destacar algunos de los proyectos puestos en marcha en las diferentes Rutas enmarcadas en el ámbito de la Economía Creativa y que naciones Unidas define como “aquel que entraña, entre otras, actividades económicas basadas en el conocimiento y la interacción entre la creatividad humana y las ideas, el conocimiento y la tecnología, así como los valores culturales o el patrimonio artístico y cultural y otras expresiones creativas individuales o colectivas”.
Iniciativas como las que se exponen, contribuyen, sin duda, a que el enoturismo representado por las Rutas del Vino de España sea cada vez un producto más potente y con más fuerza.
En el caso de la Ruta del Vino de La Mancha, la Asociación de Investigación y Recreación Histórica COSMAN propone numerosas actividades enoturísticas (en bodegas, en el Museo Torre del Vino de Socuéllamos o en la Casa de la Encomienda, en proceso de recuperación) en las que une la historia de la comarca con la tradición vitivinícola, íntimamente ligadas desde que la Orden Militar de Santiago concediera la Carta Puebla a Socuéllamos (Ciudad Real) con la exención del pago de tributos a quien plantara viñedo.
La bodega Pago de las Encomiendas, en la Ruta del Vino Ribera del Guadiana, por su parte, inmersa en la producción biodinámica, ha creado una instalación basada igualmente en los preceptos de este modelo de agricultura pero enfocada también al enoturismo. Su nueva bodega de crianza está diseñada siguiendo esa filosofía: tiene forma de dodecaedro y funciona como un centro de interpretación en el que se explican las ideas y las implicaciones de la biodinámica.
En la Ruta del Vino de Ribera del Duero han creado la Guía de los Árboles Singulares. En ella se ha catalogado el patrimonio natural del territorio que abarca la Ruta representado por estos árboles singulares que, como el mismo río Duero, sirven de nexo entre los pueblos y las comarcas.
Pagos del Sherry es el proyecto que desde la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez han ideado para mostrar el valor del territorio rural, los viñedos, las casas de viñas y el entorno natural. El patrimonio único que suponen las bodegas jerezanas se complementa con la historia y la tradición rural, mucho menos conocida.
La aplicación de las nuevas tecnologías se puede comprobar en iniciativas como la App de Inventrip de la Ruta del Vino Sierra de Francia. A través de esta aplicación para dispositivos móviles podemos planificar el viaje a este destino enoturístico y crear nuestro itinerario con antelación.
La Ruta del Vino de Rioja Oriental, por su parte, ha creado un Pasaporte Enoturístico encaminado a potenciar el impacto económico de las visitas turísticas en los establecimientos socios, además de animar y premiar al enoturista. La actividad en alojamiento, hostelería, compras, etc, queda reflejada en el pasaporte a través de los sellos que se pueden conseguir con cada una de ellas.
El sector del conocimiento toma forma en el FORO de Enoturismo, en la Ruta del Vino de Rioja Alavesa; una cita anual de jornadas de debate y formación que reúne a los mejores profesionales y expertos relacionados con el turismo enogastronómico y donde se comparte el capital intelectual y cultural de diferentes agentes y territorios.
En la Ruta del Vino Montilla-Moriles, una de las bodegas de mayor tradición de la zona, Pérez Barquero, aplica la innovación tecnológica en el proceso de elaboración de sus vinos a través de la generación de energía eléctrica gracias a la instalación de una central fotovoltaica propia, destinada al autoconsumo.