Por unanimidad, el jurado, que ha considerado que la procesada mató a su bebé "consciente, voluntaria y deliberadamente", se ha mostrado en contra de que se le pueda reducir la pena o conceder un indulto.
El juicio se ha desarrollado en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón. En la primera sesión ella misma confesó los hechos.
Será ahora el Tribunal quien dicte sentencia. La acusada se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable, solicitada por la Fiscalía y por la acusación particular. Esta última, ejercida por el padre del bebé y expareja sentimental de la procesada. La defensa pide una pena de 15 años de cárcel, teniendo en cuenta que los delitos de asesinato llevan aparejados una condena de 15 a 25 años.
Durante las sesiones del juicio, el padre del bebé aseguró que no tuvo conocimiento ni sospechó del embarazo. Que tampoco supo del asesinato de su hijo.
Varios testimonios, de familiares y amigos, confirmaron el hecho de que la acusada había ocultado el embarazo a todos. Que se había jactado incluso, de que no iban a pillar a quien había cometido el asesinato.