La concejala de hacienda defiende el rigor de las cuentas, que permitirán afrontar la mayor transformación de la ciudad de los últimos 50 años. Los presupuestos de lo tangible, afirma Mitre, donde habrá grandes proyectos pero no se descuidará el día a día. Asegura que son unas buenas cuentas para todos los gijoneses, con independencia de lo que haya votado. Pueden estar seguros, dice la concejala, que sus impuestos están bien invertidos (la gran mayoría en personal) y que mantendrán su promesa de no subir lo que sale de sus bolsillos. "Estamos demostrando que se puede hacer mucho", dice la edil.
Si no se tocan los ingresos no quiere decir que no haya más dinero en las arcas municipales, explica Mitre. Se ingresa mucho dinero en operaciones como el desembarco de la Universidad privada por ejemplo. Y lo importante es analizar qué dinero se necesita y luego decidir, no ingresar más de los gijoneses sin un destino claro. El 94% de los ingresos esperados ya están recaudados, destaca.
Hay unas normas que cumplir y un presupuesto finito, por eso se establecen prioridades bajo criterios que nos explica la concejala. Pero que algo no aparezca en el proyecto no descarta definitivamente que se haga, porque se puede recurrir a modificaciones presupuestarias, nos explica. Mitre ha hecho además especial hincapié en la ejecución. Que lo que se quiere hacer realmente se haga. Por eso era importante aprobar en tiempo y forma el presupuesto, algo que, lamenta, no va a hacer el gobierno regional. El rigor es su sello de identidad, nos cuenta.
Hacienda controla 210 millones de euros. Se ha optado por un presupuesto "orgánico", donde su concejalía tiene gran parte de las competencias. La principal es el gasto en personal municipal (77 millones) y los servicios.
