Jesús Argudo era exguardia civil, tenía 58 años, estaba casado y era padre de tres hijos. Llevaba un tiempo como empleado de una empresa de seguridad que prestaba su servicio a la multinacional recién instalada en Zaragoza.
El Ayuntamiento de Zaragoza ha colocado ahora una baldosa conmemorativa en su honor en una de las calles de la ciudad en un acto en el que el hijo de Argudo ha lamentado que ningún grupo político enviara sus condolencias a la familia cuando mataron a su padre.
En el encuentro, el alcalde Jorge Azcón ha recalcado que este acto ha sido el primero de muchos que llevará a cabo el consistorio en la ciudad para no olvidar a las víctimas del terrorismo.