El sector de las panaderías y obradores tradicionales de Zaragoza se sumará este viernes al paro convocado a nivel nacional. A las doce del mediodía, cesarán su actividad durante quince minutos, para reclamar subvenciones públicas y deducciones fiscales que mitiguen el impacto de la inflación.
Recuerdan que además de la energía y el combustible, también han multiplicado su precio las principales materias primas que utilizan: la harina, el azúcar y la levadura. Por eso, la panadera Laura Marcén advierte de que muchos negocios están al borde del cierre: "En mi pueblo, de 500 habitantes, han cerrado la panadería. En los pueblos de alrededor, también. Y aquí en Zaragoza, los que somos pequeños, empezamos a plantearnos cerrar si no se frena la inflación".
"Antes, cuando había una crisis, yo trabajaba más, echaba más horas y hacía más productos. Ahora, cuantos más productos hago, más pierdo. Si decido mantener el horno encendido una hora más, estoy perdiendo dinero", ha explicado.
