La supervisión de las aguas y el ecosistema del río Ebro recae sobre las manos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Su actividad abarca distintos parámetros como por ejemplo, el control y la medición de la calidad del agua, la información y la divulgación de cómo navegar responsablemente o el mantenimiento de los cauces.
El baño es muy habitual durante la época de verano, tanto en el río como en los embalses y lagos, pero es muy importante estar bien informado para correr el menor riesgo posible a la hora de realizar cualquier actividad. Elena Pérez, jefa del Servicio de Control del CHE ha explicado que "siempre hay que tener en cuenta posibles prohibiciones en algunas masas de agua concretas". En aquellas zonas donde se permite el baño hay que seguir una serie de normas para garantizar la seguridad, como por ejemplo no saltar desde rocas altas o presas.
La navegación es otra ocupación que se puede desarrollar en el río que, a diferencia del baño, para realizarla hay que pedir una solicitud. De manera general, la navegación permitida en todos los ríos es la que se ejerce con remo, "en los embalses navegables de la cuenca del Ebro la modalidad de navegación va a depender de la superficie del embalse y del uso que se le da al agua" ha comentado Elena Pérez. Dentro de las recomendaciones a la hora de realizar esta actividad es la de evitar acercarse a las zonas de desagüe o ir equipado siempre con chaleco salvavidas.
Otro punto importante es el control de las especies invasoras ya que tienen un doble impacto; la intrusión en nuestros hábitats naturales y el económico. El mejillón cebra es uno de los invasores que más afecta a la cuenca del Ebro, al desarrollar unos filamentos con los que se adhieren a las superficies y provocan el estancamiento en los canales y bombas hidráulicas.
