Operación Policía Nacional

Desarticulada una red de explotación sexual y tráfico de drogas con once detenidos

La Policía Nacional ha desarticulado en Almería una red criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres, a quienes también involucraba en el tráfico de drogas.

Redacción

Sevilla | 27.02.2024 17:55

Foto de archivo de la Policía Nacional de Alcoy
Foto de archivo de la Policía Nacional de Alcoy | ondacero.es

La operación se ha saldado con once detenidos, ocho registros y la incautación de más de 10.000 euros, así como distintas cantidades de cocaína, éxtasis, 'tusi' y sildenafilo.

La investigación comenzó en octubre de 2023 y, desde ese momento, los agentes han podido acreditar la existencia de 18 víctimas, todas ellas captadas en sus países de origen, Venezuela y Colombia.

Según ha informado la Comisaría Provincial, las mujeres, "veinteañeras con cargas familiares", eran engañadas con falsas propuestas de trabajo en España para el sector del ocio nocturno o el servicio doméstico.

La organización se encargaba de pagarles el billete de avión, reservarles hoteles "falsos" y prestarles efectivo para que demostrasen "solvencia" en los controles fronterizos, al tiempo que les daba "instrucciones precisas para que superaran las entrevistas con los agentes del aeropuerto".

Aunque el desembolso no superaba los 1.500 euros, por estas gestiones las víctimas contraían una deuda de 7.500 euros con la organización en lo que se conoce, según la Policía Nacional, como "bolsa de viaje".

La investigación desveló, asimismo, que la líder de la red, también de origen venezolano, "presumía" de contactos en su país "capaces de amenazar la vida de los familiares de las mujeres en caso de que estas no cumplieran con sus obligaciones".

La detenida repartía presuntamente los "beneficios" de los servicios sexuales al 50% con las víctimas, "pero también les cobraba el alojamiento, manutención, transporte, ropa, los anuncios online y la centralita", por lo que, según los agentes, era "prácticamente imposible para ellas librarse de la deuda".

La Policía Nacional ha remarcado que la organización aprovechaba esa situación y ofrecía a las mujeres "cantidades que oscilaban entre los 300 y los 500 euros por encontrar nuevas víctimas".

"MODUS VIVENDI" DE LAS VÍCTIMAS

Durante la investigación, se constató que el ejercicio de la prostitución se convirtió en el "modus vivendi" de las víctimas.

Dos telefonistas de la organización, que se hacían pasar por ellas, eran las encargadas de agendar los servicios anunciados en los distintos portales de contacto en internet.

Las mujeres solo disponían de dos horas libres al día, desde las 16,00 hasta las 18,00 horas, siempre y cuando encontraran a una compañera que las cubriese. No podían rechazar clientes, ni tampoco negarse a las prácticas sexuales que les solicitaran.

Así, una víctima declaró en sede policial que "mientras estaba siendo agredida pidió ayuda al encargado de controlarla y su respuesta fue: 'estate tranquila y termina el servicio'".

Según ha destacado la Policía Nacional, "tal era la situación que algunos clientes, al conocer las circunstancias reales de las mujeres explotadas, llegaron a publicar lo que sucedía en las redes sociales, o a denunciar anónimamente ante la autoridad policial".

MÁS DE 140.000 EUROS DE BENEFICIO PARA LA LÍDER

Otra de las particularidades de la organización era la manera en la que combinaban la explotación sexual con el tráfico de drogas. Así, en cada una de las tres casas que usaban para prostituir a sus víctimas "siempre había una cantidad de droga para ofrecer a los usuarios con el fin de incrementar los beneficios del servicio".

Las cantidades estaban medidas para evitar cargos por tráfico en caso de ser detectadas por la policía y cuando se agotaba, varios miembros de la organización, que trabajaban para una conocida empresa de delivery, la reponían en sus motos de reparto.

La líder de la red obligaba, además, a las víctimas a drogarse "para fomentar el consumo entre los clientes, lo que provocó que muchas de ellas desarrollaran una adicción que también contribuía a perpetuar su deuda".

La investigación reveló que la detenida "tenía verdaderos problemas para blanquear los 140.000 euros que declaró haber facturado a lo largo del pasado año fiscal".

La explotación de la operación, que culminó con la desarticulación de la red, desembocó en 11 detenciones practicadas en los ocho registros realizados en los distintos domicilios de los componentes de la organización, las casas de citas y un lavadero de vehículos.

En los registros se intervino un total de 10.035 euros, 188 dólares, numerosas dosis de cocaína, éxtasis, tusa (éxtasis y ketamina de color rosado), marihuana, sildenafilo (marca blanca de Viagra), joyas, agendas y anotaciones que acreditan la situación de explotación sexual, material informático y teléfonos móviles.

"SANTERÍA

También llamó la atención de los investigadores la cantidad de elementos de santería y rituales esotéricos encontrados en los domicilio de los cabecillas de la organización y que abrían sido usada para "crear un clima de temor en las mujeres explotadas".

Los once detenidos son investigados por presuntos delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, delito relativo a la prostitución, delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, delito contra los trabajadores, delito contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal.

El Juzgado de Instrucción 6 de Almería se ha hecho cargo de las actuaciones, si bien los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción 3, en funciones de guardia, que decretó prisión provisional para siete de ellos.