Nadal, que ganó con comodidad el primer set (6-2), comenzó a sentirse mal y pidió la asistencia médica en varias ocasiones, la primera la conclusión del segundo set (4-6) y una segunda cuando el marcador señalaba un 2-0 en la manga de desempate.
A pesar de intentarlo, en una nueva muestra de pundonor del tenista español, Nadal no aguantó y se retiró cuando el marcador mostraba ya un 2-6, 6-4 y 3-0, al verse sin fuerzas para seguir.
El médico tomó la tensión al tenista español, que apenas tenía energías para correr por la pista y en cada descanso se dejaba caer en la silla para tomar un poco de aliento y refrescarse con agua bien fría que contrarrestase la sensación térmica de 32 grados centígrados y una humedad del 65 % que se vive hoy en Cayo Vizcaíno.
Un día de intenso calor
El propio jugador bosnio también tuvo que pedir ayuda al médico al terminar el primer set, pero logró recuperarse bien, después de explicar al doctor que durante el primer set se había sentido mareado, con problemas en el estómago, y que incluso ha tenido ganas de vomitar. Aparentemente síntomas parecidos sufrió Nadal.
Este abandono trunca el buen momento que el manacorí mostró en el pasado Masters 1.000 de Indian Wells, donde cayó ante el número uno mundial, el serbio Novak Djokovic, pero dando una imagen mejorada en relación a los últimos meses.
El español perdió en primera ronda del Abierto de Australia ante su compatriota Fernando Verdasco, ante el austríaco Dominic Thiem en Buenos Aires y frente el uruguayo Pablo Cuevas en Río de Janeiro.
Y es que, mientras la salud se lo permitió, Nadal se mostró sólido y no ofreció excesivas opciones al bosnio, que venía de eliminar al argentino Leonardo Mayer en primera ronda (4-6, 6-3 y 6-4).
El español empezó agresivo, intenso, y se llevó con un ace el primer juego en blanco ante el tenista bosnio, con el que no se había enfrentado hasta la fecha.
Mientras el 94 de la ATP sufría para sacar adelante sus servicios, el cuatro veces finalista en Miami (2005, 2008, 2011 y 2014) guardó fuerzas ante un rival que sufría mucho en la pista.
Dzumhur también precisó asistencia médica
Tanto es así que Dzumhur requirió la asistencia del médico, al que explicó que durante el primer set se había sentido mareado, con problemas en el estómago y que incluso ha tenido ganas de vomitar.
A pesar de esta situación, el bosnio decidió continuar en el partido, y esta visita del doctor del torneo le cambió la cara, pues comenzó a sacar y moverse mejor y pegarle con más intención a la bola.
Por contra, Nadal empezó a mostrar signos de debilidad y en el tercer juego cedió su saque, pero se recuperó ligeramente y le devolvió el break e igualó el set (4-4).
Las esperanzas del manacorí estaban en cerrar el partido por la vía rápida para salir de la pista mientras las fuerzas le aguantaban, pero el bosnio se alineó con las líneas en el siguiente juego y rompió de nuevo el servicio al 5 del mundo y forzó el desempate.
Nadal requirió entonces al médico y decidió seguir, pero no estaba en las condiciones adecuadas para disputar un partido de este nivel.
Los cuatro errores no forzados del manacorí en el primer juego del set de desempate y una doble falta entregaron en bandeja el break a Dzumhur.
Nadal no estaba bien, y aunque su carácter le impidieron dejarlo en ese momento, se veía que no podía enfrentar el partido.
Este abandono se suma al del suizo Roger Federer, que este viernes abandonó el torneo debido a un virus estomacal cuando quedaban apenas unas horas para su debut en el torneo ante el argentino Juan Martín del Potro.