Una hora de la final de la Copa italiana que enfrentaba a Lazio y Atalanta se vivieron momentos de tensión en los aledaños del Estadio Olímpico de Roma: dos centenares de hinchas del equipo romano se enfrentaron a la Policía lanzando objetos y quemando un coche. Además, intentaron invadir la zona donde estaban los tifosi de Bérgamo. Dos agentes resultaron heridos leves y hubo cinco detenidos. El ministro Salvini asegura que "no volverán a entrar a un estadio".
Las fuerzas del orden cargaron contra el grupo de ultras cerca del Puente Milvio utilizando gas lacrimógeno. Por la tarde habían incautado en un coche 78 bengalas y más de 60 petardos que pertenecían a dos hinchas del conjunto biancoceleste. Los incidentes no llegaron hasta el lugar donde se encontraban los 20.000 aficionados del Atalanta, que acudieron al Olímpico tranquilamente.