El Atlético ha vuelto a la senda de la victoria en la Liga BBVA. Y no precisamente en un campo sencillo ni ante un rival de los que venden barata su piel. Los rojiblancos, en un gran partido, han derrotado al Eibar en Ipurua por 0-2 con tantos de Torres y de Correa, que entraron en la segunda parte y dieron otro aire a los de Simeone. Tres puntos que van hacia el Vicente Calderón en una semana vital para las aspiraciones rojiblancas.
No era ni mucho menos una salida fácil para el Atlético. Tras la derrota ante el Barça y la clara victoria en Turquía en Champions contra el Galatasaray, visitar Ipurúa, a un equipo enrachado sin miedo a nada y con muchas ganas de asombrar esta temporada, es algo que bien te puede costar caro. El Eibar no es de esos que pone sencillas las cosas a su rivales, y por más Atlético que vaya a su feudo eso no iba a cambiar. Y no cambió.
Los armeros empezaron de forma seria su envite ante los del Cholo, y sólo el paso de los minutos empezó a desnivelar el partido y a hacer que el viento soplara a favor de los visitantes. Con un 4-3-3, Jackson estuvo relativamente ausente, al igual que Vietto, pero lo poco que intervinieron ambos fue con peligro. Una jugada empezada por Griezmann y con posterior pase de Koke para el 11 a punto estuvo de ser el 0-1 de Luciano. Pero la tiro al lateral de la red.
Aún les queda a ambos para empezar a carburar, pero lo bueno que tiene este Atlético es que si alguno falla otro hay en el banquillo de igual o mayor nivel, y de diferentes características, para saltar al verde. Se llegó al descanso con 0-0, un tanteador que no era ni mucho menos favorable para los rojiblancos en su lucha por puestos Champions o por la Liga, pero Simeone movió el banco y los cambios que hizo fueron vitales al final para el beneficio de los suyos.
Con Torres y Óliver, y con la posterior entrada de Correa a los 15 minutos de segundo tiempo, el partido dio un vuelco total que hizo que los tres puntos volaran a Madrid y más concretamente al Vicente Calderón. Primero por un pase de Fernando al 16 que dejó sentado a un defensa sin tocar el cuero para batir a Riesgo con un potente disparo. Y luego con asistencia del 16 que el fuenlabreño definió con un gesto que bien recuerda al mágico gol que marcó ante Alemania y que dio la Eurocopa a España.
Lejos de rendirse, el Eibar no dejó nunca de lado su personalidad y su fútbol, pero se encontró con el típico muro defensivo rojiblanco y con un Oblak que lo poco que tuvo que parar lo paró con seguridad. De su lado tenía al público, que no cesó en los ánimos a los armeros para buscar un tanto que les diera opciones en los minutos finales de rascar un punto. Pero el Atlético era superior, es superior, y así se lo hizo saber al Eibar manejando los tiempos del partido y el balón como lo que exige el escudo que llevan en la camiseta.
Así pues tres puntos más para el casillero del Atlético en la reconquista rojiblanca del título de Liga BBVA o en el más realista objetivo de volver a terminar tras Real Madrid y Barcelona e ir acercándose poco a poco más a los más grandes de España y de Europa. El Eibar, por su parte, encaja la primera derrota de la temporada tras un inicio brillante en el que llegó a liderar incluso la competición.