El conjunto visitante luchó mucho desde el inicio pero no tuvo en momentos puntuales la fortuna necesaria ni el acierto en el remate, todo lo contrario que los locales, quienes aprovecharon las suyas, la segunda con un penalti muy discutible.
Unai Emery hizo pocas rotaciones en relación al equipo que utilizó el pasado miércoles en el Benito Villamarín en el derbi de Copa ante el Betis (0-2), pues solo el delantero italiano Ciro Immobile dejó su sitio al francés Kevin Gameiro y la obligada sustitución del sancionado central galo Adil Rami, que dio la oportunidad al portugués Daniel Carriço, quien volvió a jugar después de que cayera lesionado en agosto ante el Atlético de Madrid en la segunda jornada de Liga.
Existió la duda de si el técnico guipuzcoano le daría la titularidad a Fernando Llorente para que se midiera a su exequipo, pero el delantero internacional tuvo que esperar su oportunidad en el banquillo.
Ernesto Valverde sí rotó algo más después de la remontada del miércoles en San Mamés ante el Villarreal (3-2) en la Copa, pero el conjunto bilbaíno salió intenso, con una presión adelantada que sorprendió a los locales.
Pronto el meta Sergio Rico tuvo que estar atento a las acometidas del Athletic y a los siete minutos estuvo incluso ayudado por el larguero en un potente remate desde lejos de Íñigo Lekue.
El centro del campo fue del conjunto visitante, con el trabajo Raúl García y la aportación del exbético Beñat Etxebarria en las jugadas a balón parado, lo que provocó que el Sevilla se mostrara incómodo a la hora de tener el balón y que su organizador, el argentino Éver Banega, encontrara las vías para dar juego.
La efectividad del cuadro hispalense fue máxima pese a todo, ya que a los 24 minutos una triangulación entre el uruguayo Sebastián Cristóforo y Víctor Machín 'Vitolo' acabó con una buena definición de Gameiro, quien marcó ante la salida de Gorka Iraizoz y rompió así una larga racha en la que estaba negado ante el gol.
La adversidad se apoderó aún mas del Athletic cuando a la media hora Raúl García pidió el cambio al no poder continuar después de que minutos antes cayera de mala manera en un choque con un rival.
Los visitantes, no obstante, no cejaron en sus intentos de apretar en la salida del balón del Sevilla para que la pelota fuera suya, aunque ello también propició contragolpes que les pudieron costar caro, pero fue Aritz Aduriz el que gozó de la ocasión más clara para empatar ya en la prolongación de la primera parte.
En la segunda volvió a llevar la iniciativa el Athletic ante un conjunto el andaluz al que pareció no importarle no tener el balón y estar ordenado en la defensa para buscar sorprender.
Llegó el segundo gol del Sevilla poco antes de cumplirse el primer cuarto de hora de la reanudación por un penalti muy protestado por los visitantes tras caer en el área el polaco Grzegorz Krychowiak. La pena máxima la transformó Gameiro y sumó su noveno gol en la Liga.
Valverde dio entonces entrada a Iker Muniain, quien volvió a jugar en el estadio donde se lesionó de gravedad el pasado abril y donde tuvo la misión de ayudar a los suyos en el intento de remontada.
El Athletic, ya a la desesperada, fue con todo hacia el ataque y tuvo opciones de marcar porque el adversario pensó cada vez mas en amarrar lo conseguido con un juego conservador, lo que le dio sus frutos, ya que los visitantes no supieron crear verdadero peligro hasta la conclusión del choque.