En el regreso de Reyes, un ídolo del sevillismo, a su "casa", el Sevilla disipó las dudas surgidas ante la arriesgada y ofensiva apuesta de su técnico argentino Jorge Sampaoli, pero antes vio cómo el Espanyol aprovechó su caos defensivo para adelantarse dos veces (0-1 y 2-3) en un primer tiempo que acabó con empate a tres, hasta que en la reanudación impuso sus galones y amarró su primer triunfo.
Ambos conjuntos, muy renovados, con nueve fichajes el Sevilla y siete el Espanyol y con Jorge Sampaoli y Quique Sánchez Flores como nuevos técnicos, afrontaban con ilusión el debut liguero y, en el caso de los andaluces, con la exigencia de resarcirse, además, de sus dolorosas derrotas en las supercopas de Europa y de España.
Pese a sus muchas bajas en defensa por las sanciones de Carriço y Kolo, y las lesiones de Rami, Escudero, Tremoulinas y el meta David Soria, los locales, con un once muy ofensivo con Vitolo de carrilero izquierdo, cuatro medios de mucho toque y dos puntas, Vietto y Ben Yedder, salió con mucha intensidad para buscar su primera victoria.
Quique no convocó a Demichelis y Jurado, dos de sus fichajes, apostó por el paraguayo Hernán Pérez y el argentino Piatti en los extremos, con Gerard Moreno y el brasileño Baptistao arriba, y dejó en el banquillo a Javi Fuego, al exsevillista Reyes, al ecuatoriano Caicedo o al meta Pau López, pendiente de su salida al Tottenham.
Con un equipo por armar y en fase de adaptación a la osada idea de juego ofensivo, de toque y presión arriba que propone Sampaoli, lo que conllevó infinitos riesgos atrás por los tremendos espacios dejados atrás, el Sevilla quiso llevar el peso y pudo marcar a los 6 minutos, pero Roberto despejó con un paradón un remate de Vietto.
El Espanyol no se arredró y fue el primero en golpear merced a un robo de balón de Baptistao, que cedió a Piatti para que hiciera el 0-1 por bajo y tras dar en un poste, a los 8 minutos. Los andaluces, en su mejor fase de juego, rozaron el 1-1 en ocasiones de Vietto, que mandó de chilena el balón al palo, y Vázquez, aunque el gol no llegó hasta el cuarto de hora con un magnífico cabezazo de Sarabia.
Con los locales volcados en ataque y dejando muchas lagunas en la zaga, que los catalanes trataron de aprovechar en todo momento con una buena presión, el Sevilla logró remontar siete minutos después al cabecear un córner sacado por el japonés Hiroshi Kiyotake, pero, fiel a la filosofía de su técnico, siguió asumiendo muchos riesgos.
Así, en una primera mitad de locura, el Espanyol no perdonó ante las facilidades defensivas de su rival y, en dos rápidas contras tras errores locales, se puso de nuevo por delante con el 2-2 de Hernán Pérez, a los 26 minutos, y el 2-3 de Víctor Sánchez en el 44.
Pero siguió el mismo guión, de fútbol trepidante y relajación de las defensas, y los sevillistas volvieron a igualar en el tiempo añadido con el 3-3, obra de Vietto, que, muy activo y peligroso, firmó un doblete al empalmar un rechace en el área tras un córner.
En la reanudación, el equipo de Sampaoli, con un buen fútbol, de toque, desmarques y pegada arriba, fue muy superior a los blanquiazules y muy pronto remontó de nuevo con un golazo del ítalo-argentino Franco Vázquez que entró por la escuadra, a los 9 minutos, en una segunda mitad en la que los hispalenses barrieron del campo al Espanyol, muy frágil en defensa e inocente en ataque.
El Sevilla fue letal, no dio opciones a los de Quique y, tras un aviso de Ben Yedder que abortó bien Roberto, el propio punta francés logró el 5-3 a los 66 minutos al definir perfectamente en un pase de Vietto, una goleada que amplió a un cuarto de hora del final el japonés Kiyotake tras un genial servicio de Franco Vázquez.
Al Espanyol, que pudo empatar un minuto antes del 5-3 pero Gerard no llegó de milagro a un centro de Baptistao, le faltó consistencia en defensa y mayor profundidad para no esperar solo el error del rival y hacer más daño arriba, aunque, tras salvar Sergio Rico un gol a Baptistao, Gerard maquilló al final el marcador con el 6-4.