El Levante, en una situación ventajosa tras el 1-3 cosechado en el Carlos Belmonte, salió con intensidad este miércoles para intimidar desde el inicio al Albacete liderado, como ya lo hiciera en la ida, por un gran De Frutos. Las ganas de clasificarse para la final por el ascenso a Primera División se sintieron en una primera acción en el minuto tres del atacante que rechazó Glauder antes de que llegara a su destinatario, Bouldini.
Mientras, el Albacete perseguía otra gesta más en una temporada para recordar en la que ha sido la sorpresa de una categoría en la que acaba de ascender. El equipo de Rubén Albés buscaba a Dubasin para volcar su ataque por la banda izquierda y tratar de recortar las distancias para atemorizar al Levante, pero el equipo valenciano se mantuvo firme en defensa.
Tras varias llegadas al área de Femenías que el conjunto manchego no pudo materializar, Fuster probó con un tiro lejano que se marchó desviado y, cuando mejor estaba el Albacete, Marc Pubill salvó sobre la línea el gol de Higinio. Del rechace del central montó el contraataque el Levante con un rápido De Frutos que asistió a Brugué, que se impuso en el mano a mano a Bernabé (m.20).
Tras el gol, Javi Calleja pidió tranquilidad a su equipo para controlar a su antojo el ritmo del encuentro y no asumir riesgos innecesarios, un plan que el equipo azulgrana siguió a rajatabla mientras que los aficionados visitantes seguían alentando a su equipo, que remaba a contracorriente y con nervios.
El Albacete intentaba llevar la iniciativa en busca de un gol que le diera esperanza, pero la poca contundencia defensiva de los visitantes fue aprovechada por Brugué, que marcó su segundo gol (m.40) para aupar al Levante a la final. En el tiempo añadido, Femenías evitó el gol de falta directa de Fuster para no dar fe al rival.
Tras el descanso, Albés introdujo un triple cambio y su equipo se apoderó del balón para asediar el campo contrario, pero la imprecisión en los últimos metros les impedía recortar distancias. Escriche tuvo dos grandes oportunidades que se marcharon desviadas y Pubill volvió a hacerse grande para sacar un remate de Álvaro Rodríguez.
Mientras, el Levante, ya pensando en esa final y guardándose energías, cedió el balón y se mantuvo seguro defensivamente ante un Albacete que lo intentó con corazón hasta el final con varias ocasiones de Bolívar, llegando a intervenir en una de ellas Femenías. En el 83, Soldado marcó el gol final para subir la moral azulgrana de cara a la final.