Esta era la cuarta ocasión en la que ambas se veían las caras en la final por el máximo título continental tras La Roche-sur-Yon 2016, Kolding 2017 y Madrid 2022, última vez en la que la onubense se alzó con el trofeo. En todas ellas ganó Marín, que también había conquistado el entorchado ante otras rivales distintas en Kazán 2014, Huelva 2018 y Kiev 2021.
Empezó la española con una marcha más, solida con su servicio y aún más al resto para obligar a Gilmour a ajustar mucho los impactos. De hecho solo una vez en todo el primer set encajó dos saques seguidos de su rival, cuando esta se puso 15-11. No hubo más concesiones por su parte, ya que no solo no administró la ventaja que tenía, sino que, con un parcial de 6-0, terminó ganando por 21-11. Más equilibrada comenzó la segunda manga, sin que la onubense pudiera marcharse al paso por los banquillos con una renta superior a los tres puntos (11-8).
En esos márgenes se movió hasta que su oponente se acercó primero tras uno de los mejores intercambios del partido (14-13) y se puso por delante después (17-18). Ahí volvió Carolina a mostrarse agresiva, lo que desembocó en que Gilmour se dejase tres volantes seguidos en la red antes de ceder al primer punto de campeonato en contra.
De esta manera Carolina no solo vuelve a subirse a lo alto del podio en esta cita, sino que con la mente puesta en los Juegos Olímpicos de París 2024 se impone en su tercer torneo consecutivo tras ganar también el All England en Birmingham y el Abierto de Suiza en Basilea. Además, agranda un palmarés que, junto de sus siete títulos europeos, también incluye un oro olímpico en Rio 2016, cuatro campeonatos del mundo, uno oro en los Juegos Europeos y numerosos torneos internacionales; todo ello pese a sufrir dos graves lesiones.