Las negociaciones llevadas a cabo por la Directora de la Selección española de Fútbol, e imputada en el caso Soule, María José Claramunt, se habrían roto porque la CBF no estaba dispuesta a aceptar que fuera un intercambio de partidos, sino que querían cobrar el caché correspondiente. Fuentes consultadas por Onda Cero hablan de que la selección de Brasil podría percibir más de 2 millones de euros por jugar un amistoso, algo que la RFEF no se puede permitir ante la crisis institucional y financiera que vive actualmente.
La necesidad de buscar argumentos positivos llevó a que se filtrará desde la propia Federación un cartel que no estaba cerrado. Ahora se busca otro rival que pueda llenar el Metropolitano, México es una opción que se ha barajado.