VICTORIA SUFRIDA PARA LOS DE LASO

El Real Madrid se impone por 101 - 99 al Bayern de Munich

El Real Madrid de Pablo Laso logró una sufrida victoria por 101 a 99 frente a un buen Bayern de Munich, que se lo puso complicado hasta el final. Un triple de Carroll decidió el choque hacia el lado de los blancos que se colocan con dos victorias y dos derrotas en la máxima competición europea.

ondacero.es

Madrid | 05.11.2015 23:21

Llull en la Euroliga
Llull en la Euroliga | Agencia EFE

El Real Madrid consiguió una importante victoria con un triple matador de Jaycee Carroll (101-99) ante un Bayern Múnich que comenzó mal pero que puso muy cara la victoria blanca, que solo llegó tras un último cuarto épico.

El Real Madrid abusó del Bayern en el comienzo, pero llegó al último cuarto con 8 puntos de desventaja (73-81), y tuvo que recurrir a la casta y a la fe de Rudy, Llull, Reyes, Ayón, y, sobre todo, Carroll, para lograr una victoria que parecía casi imposible. El partido se le puso de cara al Real Madrid demasiado pronto.

Los graves fallos defensivos del Bayern Múnich permitieron un rápido despegue en el marcador (8-2, min. 2.45). La defensa bávara se rompía tras el primer bloqueo y dejaba el camino expedito para una sencilla bandeja. Si a esto le unimos la velocidad en la transición y la rapidez con la que el Madrid movió el balón, el 33-20 con el que acabó el primer cuarto se antojó bastante corto.

Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, comenzó con las rotaciones en un partido que pareció ya casi decantado, pero la tortilla se volvió por completo. El actual campeón de Europa bajó el pistón de su velocidad en ataque y se relajó en defensa, mientras que los alemanes se centraron en ataque demostrando que son un buen equipo.

Felipe Reyes, inmenso en el primer cuarto

Los 14 puntos de Reyes en el primer cuarto, tuvieron continuación en Rudy Fernández (3 de 4 triples hasta el descanso) y en Jaycee Carroll, tres triples sin fallo en el segundo cuarto. Gracias a estas anotaciones, el Madrid siguió mandando en el marcador, aunque viendo como su ventaja menguaba hasta que KC Rivers, jugador madridista la pasada temporada, anotó un triple en el último segundo para poner el empate a 51 en el luminoso con el que los equipos se fueron al vestuario.

Nihad Djedovic, primero, y Alex Renfroe, más tarde, fueron los encargados junto a John Bryant de aupar al Bayern y dejar claro al Madrid que sin esfuerzo no habría victoria. Tras la correspondiente "lasina" del técnico y con un partido nuevo por delante, el Bayern se adelantó por primera vez en el marcador, 51-53 (min.21).

El Real Madrid quiso reaccionar volviendo a defender con más ahínco e intentando poner una marcha más en ataque, 57-53 (min.22.30), aunque sin llegar a fijar a sus rivales que volvieron a adelantarse, 57-58 (min.23.45). El Bayern dejó claro que su comienzo fue, quizá, un exceso de respeto, y que estaba dispuesto a poner las cosas más que difíciles, 64-68 (min.25.45).

Los alemanes no se amilanaron en esta ocasión y respondieron con Rivers y Dusko Savanovic como principales protagonistas, mientras que el Madrid se iba enroscando en su propia frustración, 67-76 (min.27.45) al no encontrar soluciones rápidas y sencillas.

Remontada en el último cuarto

El último cuarto lo inició el Madrid con una mochila de 8 puntos en contra, 73-81, y la necesidad de dar lo mejor de si mismo. Los de Laso se emplearon en defensa, pero los bávaros estaban ya lanzados y reducir la ventaja se tornó complicado, 77-85 (min.33.15), quedándose prácticamente sin margen a falta de cinco minutos, 79-89.

Fue una lucha contra el reloj con mucho trabajo, mucho sufrimiento, muchos aciertos y muchos fallos, 88-93 (min.37). Rudy se resistió a que aquello acabara mal y otro triple suyo llenó de esperanzas al equipo y a las gradas, 92-96 a falta de algo más de dos minutos.

Y 94-96 a falta de minuto y medio tras una galopada de Sergio Llull. El capitán, Reyes, empató a 96 a falta de 1.09 y el mexicano Gustavo Ayón volvió a adelantar al Madrid, 98-96, a falta de 34 segundos. Un triple de Renfroe a veinte segundos para el final, 98-99 pareció la puñalada definitiva, pero Carroll clavó un triple matador para certificar la victoria por 101-99.