El efecto Llull y un gran Carroll acercan al Real Madrid a la Final Four
El Real Madrid venció al Panathinaikos por 81-74 para poner el 2-1 en la eliminatoria de cuartos de final y dar un importante paso para clasificarse para la Final a Cuatro de Belgrado, gracias al efecto Llull y a Carroll, autor de seis puntos decisivos en los últimos segundos.
La mejor noticia fue la reaparición de Sergio Llull y aunque necesitó de seis intentos desde el triple para anotar desde esa distancia, después clavó dos seguidos en un momento delicado para certificar que está de vuelta, aunque tiene mucho que mejorar en cuestión de ritmo y sensaciones.
El Real Madrid salió enchufado en defensa y en ataque, pero el 5-0 inicial fue rápidamente contrarrestado por un Panathinaikos en el que Nick Calathes pareció pasado de vueltas, 5-5 (min.2.45).
Los fallos defensivos de los griegos fueron aprovechados por un Madrid un poco anclado a la defensa, lo que le restó frescura en ataque.
Nadie quería fallar, nadie quiso que el rival se marchar en el marcador y los emparejamientos defensivos cada vez fueron más estrechos, más pegados. Calathes y James fueron los más vigilados y también los más certeros en el equipo heleno en el primer cuarto.
Pero lo que marcó este primer acto fue sin duda el debut de Sergio Llull cuando se llevaban disputados 7.15 minutos (13-15). Su primer lanzamiento triple no fue efectivo y el 17-17 final, con triple de Rudy Fernández incluido, fue demostrativo de lo sucedido en pista.
En el segundo cuarto todavía se cerró más la defensa de ambos equipos, aunque la entrada masiva de las rotaciones fue dando pequeños márgenes para las primeras ventajas. La entrada de Edy Tavares fue una pequeña revolución porque intimidó a los lanzadores y pívots del Panathinaikos (26-20, m.3.20), aunque luego en ataque se mostrara demasiado blando de manos.
Los helenos recuperaron el terreno perdido (26-26) en una fase en la que las rachas estuvieron a la orden del día. Si a esto unimos los pocos lanzamientos triples, la igualdad en el rebote y los fallos locales en el lanzamiento libre, tenemos un cuadro de máxima igualdad.
Sólo al final una técnica a Xavi Pascual, entrenador de los griegos, por protestar demasiado airadamente y un súper mate de Luka Doncic, un poco perdido hasta ese momento, permitieron al Real Madrid marcharse al vestuario con la ventaja más elevada en los primeros veinte minutos de partido, 40-34.
Anthony Randolph fue fundamental con 8 puntos en este periodo dada la baja anotación del partido.
Un contraataque de Doncic y una canasta de Gustavo Ayón en el primer minuto de la continuación, hicieron que el Real Madrid alcanzara la decena de puntos de ventaja, 44-34, que el mexicano agrandó hasta 46-34 poco después.
Los nervios comenzaron a cundir en el Panathinaikos y Calathes se ganó una técnica. El Real Madrid, más centrado, robó balones y desaprovechó el romo ataque de los griegos que no anotaron en los cuatro primeros minutos para abrir más brecha en el marcador.
Otro mate de Ayón significó el 50-37 (m.25) y que Xavi Pascual parara el partido porque su equipo se estaba diluyendo.
La defensa de Jeff Taylor sobre Calathes que surtió efecto en el juego, efectividad y moral de los helenos se desvaneció por la efectividad del base, autor de 10 puntos en este periodo y auténtico clavo al que se agarró el Panathinaikos.
En los últimos cinco minutos del tercer acto el equipo griego se metió de lleno en el partido gracias a un parcial de 7-16, que le permitió afrontar el último periodo con un 57-53 en el marcador.
El balón comenzó a pesar más, a estar caliente y aunque Llull siguió intentándolo, su cuatro intento de triple tampoco entró, 60-57 (m.33).
Calathes, que no se sentó un sólo segundo en el tercer periodo siguió siendo el jugador más eficaz de un Panathinaikos que se puso a un solo punto, 62-61 a falta de 5,30 minutos, momento en el que apareció Llull para anotar su primera canasta, gritada desde el alma por todos los aficionados.
Llull se vino arriba y en la siguiente jugada intentó un nuevo triple, el quinto, que tampoco entró. Pero a la sexta fue la vencida y un triple suyo puso el 67-63 en el marcador (m.36). Y poco después clavó otro ante el éxtasis colectivo de una pista entregada a su ídolo, 70-63 (m.36.30).
Calathes volvió a rescatar a su equipo con un nuevo triple, y otro desde casi la plaza Sintagma de Atenas de Mike James puso el empate a 70 a falta de 2.17 minutos.
La tensión se pudo cortar. Y entonces apareció Jaycee Carroll para anotar una bombita, 73-72 y a falta de 50 segundos un triple más el adicional, 77-72, para aclarar un poco el panorama de su equipo.
Los cambios de balonmano de Laso, con Carrol en ataque y Felipe Reyes, vaya rebote de raza en lo últimos segundos, y Taylor en defensa, fueron determinantes para poner el 2-1 en la eliminatoria.
Belgrado y la Final a Cuatro están más cerca, pero todavía queda trabajo por delante.