Laia Sanz acaba de terminar su Rally Dakar número doce y nos cuenta la experiencia en Radioestadio noche. Al llegar cogió el covid, "imagino que fue allí porque lo hemos tenido varios a la vuelta pero ha sido leve y la forma de estar unos días en casa. Ya estoy entrenando de nuevo".
Este año ha sido el primero que lo hace en coche. "Se hace raro llegar a casa y coger tu coche normal pero te acostumbras rápido. Correr solo en las carreras". Entre risas confiesa que no se acuerda de los últimos Reyes que pasó en casa pero "es la cita para la que nos preparamos todo el año".
Reconoce que es "más duro hacerlo en moto, te machaca mucho más. Pero en el coche la mecánica es más compleja y pueden pasar más cosas. En motos llegaba y estaba un mes zombi, ahora estoy perfecta ya. En moto las dunas era la parte más fácil y divertida. En coche la parte con más estrés por si te enganchas".
"Ha habido momentos de todo. Durante la etapa el copiloto no da a basto pero ha habido comentarios graciosos, risas y algún momento distendido", señala. Sobre que una mujer gane el Dakar cree que "lo importante es tener oportunidades. Hay muchas diferencias entre coches. Si vamos teniendo oportunidades podremos estar en un buen nivel. En motos depende mucho más de tiW