Se estima que entre un 30% y un 60% de la población mundial padece una alteración física o psicológica frente a cambios de variables como la humedad, la temperatura, presión atmosférica o el viento. Esto es lo que se conoce como ser meteorosensible.
En 'Por Fin' hablamos con la meteoróloga Mar Gómez, que explica en qué consiste este trastorno y las dudas que puede ocasionar en su libro 'Meteorosensibles'. "Si salimos a la calle y preguntamos nos damos cuenta de que la mayoría de las personas experimentan algún síntoma cuando cambia el tiempo. No solo físicos, también psicológicos", cuenta.
Nos habla, además, de por qué aparece el dolor de huesos cuando hace mal tiempo. Y es que este hecho va vinculado a los cambios en la presión atmosférica, especialmente con la aparición de borrascas. "Cuando el cartílago que protege los huesos se desgasta, los nervios quedan más expuestos y podrían detectar cambios en la presión", explica.
También habla de que las migrañas son un tipo de dolor que puede agravar sus síntomas cuando baja la presión atmosférica y las lluvias pueden provocar en algunas personas un estado anímico más decaído.
Hay informes del FBI que apuntan a que el clima influye, incluso, en las tasas de criminalidad. "A medida que aumenta la temperatura es más probable que se cometan más crímenes. Eso sí, hasta que se alcanza cierto valor. Cuando hace muchísimo calor se observa también que hasta los criminales dejan de delinquir", explica Gómez.