DIVULGA QUE ALGO QUEDA

Los animales bioluminiscentes compiten contra nosotros

En la sección de ciencia de hoy de Por fin no es lunes, Mario Viciosa nos cuenta cómo es posible que algunos animales desprenda energía en forma de luz. Y, en la duda de la semana, ¿por qué chascan los garbanzos en remojo?

ondacero.es

Madrid | 17.04.2022 10:19

Entre los fenómenos más espectaculares de la naturaleza están los que implican un brillo, un resplandor, un punto de luz en la oscuridad. La mitología y las religiones los han incorporado a sus relatos como signos y augurios. Hasta hace apenas unas décadas, el brillo entre la tiniebla se asociaba a lo paranormal. Pero no son pocos los animales, plantas y hongos capaces de lanzar destellos, como si de una aparición se tratase. Y lo más llamativo es que desde hace apenas unos años sabemos que hay dos moléculas literalmente infernales implicadas. ¿Cómo funciona la bioluminiscencia?

Luciérnagas, algunos peces y algas, incluso setas son capaces en ocasiones de brillar. Un brillo normalmente azulado o verdoso que conocemos como bioluminiscencia. Y eso se lo deben, como dices, a dos compuestos químicos ‘infernales’: la luciferina y la luciferasa. Parecerían dos pequeñas villanas de cuento, si no fuera porque hablamos de una molécula de las células y una enzima, que sirve para facilitar reacciones químicas.

Mario nos ha dicho que esto lo sabemos desde hace relativamente poco. Un equipo científico de Rusia, Brasil y Japón dio en 2017 pistas de qué pasa exactamente con esas dos moléculas. Y lo hizo con unos 80 tipos de hongos.

Los investigadores tomaron muestras del Neonothopanus gardner, algo así como un champiñón fluorescente nativo de Brasil, y de Neonothopanus nambi, un hongo venenoso del sur de Vietnam. Por la noche, brillan en verde en ausencia de luz. Ahí pudieron ver cómo funciona ese baile químico entre luciferina y luciferasa en acción. Y, lo más interesante. La luciferina se puede combinar con luciferasas muy distintas. Esto podría ser útil para crear destellos diferentes, de varios colores, etc. Toda una discoteca con setas, vamos.

¿Por qué brillan los animales que brillan?

Bueno, en el caso de las luciérnagas, hay un componente sexual; para buscar pareja hacen ese baile luminoso pero también lucen para que otro animal no les pegue un bocado. No salimos de la discoteca. Otros animales abisales tienen como una linterna hecha de bacterias que brillan para poder atraer a presas a sus fauces. Pero hay seres mucho menos bailones. El fitoplancton es esa capa de vegetales pequeñísimos que flota a la deriva en los océanos. Este también se enciende. De hecho es espectacular ver cómo brillan en la noche las olas que rompen en algunas playas o rocas. Aquí, simplemente, es la propia agitación del mar lo que hace excitarse a estas sustancias. Ocurre algo similar a esos tubos como de goma que si los retorcías y agitabas brillaban como en fosforito..

Pero, ¿de dónde sacan la energía estos animales o las barritas esas de las discotecas para brillar, si no están enchufadas a nada?

Hay que pensar que la luz es un fenómeno hecho a base de fotones. Que vendrían a ser partículas pequeñísimas que a la vez son ondas, como las de radio, pero visibles. Se desprenden cuando en un átomo un electrón se va a un sitio que, en principio, no le corresponde y luego vuelve a su lugar original. Como si cogiera un ascensor, subiera una planta y de vuelta a abajo. Es justo ahí cuando desprende un fotón. O sea, resplandece ante nuestros ojos.

Bueno, pues todo eso pasa gracias a la luciferina, la luciferasa y otra molécula, la ATP. La molécula luciferina se tiene que juntar con oxígeno. Utiliza el ATP que es como la gasolina en las células. La luciferasa le mete mecha, sería como la bujía. Un poco con todo eso, se producen una serie de reacciones químicas (de oxidación de la luciferina, fundamentalmente) en que se desprenden esos fotones. O sea, luz.

¿Producen calor?

En realidad, muy poco. Pensemos que esa luz tiene que ser muy eficiente, como los led de casa. No están para malgastar energía. Por ejemplo, las luciérnagas. Ellas tienen que ejecutar un baile a la vez que lucen. Esto implica un consumo enorme de oxígeno para alimentar la reacción de la luciferina con la luciferasa. De hecho, si nos fijamos, tienden a ser más o menos intermitentes, como las luces más modernas de algunas bicis. Ese parpadeo al final es ahorro de energía.

Su principal reto, ahora mismo, no es el de escatimar en energía, como los humanos, sino competir con nosotros. Porque las 2.000 especies de bichos brillantes están amenazados por vivir rodeados de luz humana. La contaminación lumínica de nuestra actividad les perturba y agota.

¿Y por qué chascan los garbanzos en remojo? Puede parecer un sonido sutil, pero si nos fijamos, es bastante espectacular. Tras varias horas en remojo, los garbanzos puede empezar a lanzar su particular traca. El motivo es más o menos sencillo y la respuesta está en Divulga que algo queda en Por fin no es lunes.