Minuto económico: Bancos

Minuto económico: Bancos

Lo que más atrae de un banco es su cámara acorazada. Es lo que más resalta en las películas, el oro que se amonta en ellas. Los que desean emular al Rey Midas sueñan con el estadounidense Fort Knox, donde se guarda la mayor parte del oro del planeta. Los más modestos y menos viajeros se conforman, para soñar, con el oro custodiado en los sótanos del Banco de España, nuestra sucursal del Banco Central Europeo. Guarda más de 9 millones de onzas de oro a 38 metros de profundidad y a escasos pasos del subterráneo peatonal de la Calle Alcalá, donde todas las noches decenas de sin techo duermen casi pared con pared con la Cámara del Tesoro. En pocos sitios hay tanta riqueza y tanta miseria tan cerca. Esta es la dicotomía de la actual Europa que hace aguas en una crisis interminable. Muchos acusan de la gravedad de la recesión, del paro y del déficit precisamente a los Bancos Centrales por sus tipos de interés raquíticos que inflaron las burbujas financieras e inmobiliaria tras la debacle de las punto.com. El Consejo del Banco Central Europeo se reúne esta semana en Barcelona. Se espera que la luz del Mediterráneo traiga nuevos aires a la institución. El Banco Central Europeo lleva dos meses sin comprar deuda pública y esta es la losa que acogota Gobiernos y países. España, con 5 millones 600 mil parados pagará este año más dinero por los intereses de la deuda que por las prestaciones a los parados. Pero en el discurso de austeridad a toda costa comienzan a aparecer grietas. La caída del gobierno holandés y las dificultades de Sarkozy van dejando a Merkel sin aliados. La canciller germana, la dirigente europea con menos cintura política desde el nacimiento de la Unión, anuncia ahora una Agenda para el Crecimiento. Lo podía haber dicho antes, pero Mekel deseaba, y lo ha conseguido, que los países con problemas pasaran antes por caja; por la caja de las reformas estructurales, en pensiones, trabajo, finanzas o fiscal. Ahora que todas esas reformas están encarriladas comienza a aflojar las bridas. Habrá dinero para rescatar la maltrecha economía a través del Banco Europeo de Inversiones. La duda es si esto bastará y la pregunta: ¿por qué no permite que el Banco Central Europeo dé a la manivela del dinero y compre deuda como antesala de los eurobonos?
Lo que más atrae de un banco es su cámara acorazada. Es lo que más resalta en las películas, el oro que se amonta en ellas. Los que desean emular al Rey Midas sueñan con el estadounidense Fort Knox, donde se guarda la mayor parte del oro del planeta. Los más modestos y menos viajeros se conforman, para soñar, con el oro custodiado en los sótanos del Banco de España, nuestra sucursal del Banco Central Europeo. Guarda más de 9 millones de onzas de oro a 38 metros de profundidad y a escasos pasos del subterráneo peatonal de la Calle Alcalá, donde todas las noches decenas de sin techo duermen casi pared con pared con la Cámara del Tesoro. En pocos sitios hay tanta riqueza y tanta miseria tan cerca. Esta es la dicotomía de la actual Europa que hace aguas en una crisis interminable. Muchos acusan de la gravedad de la recesión, del paro y del déficit precisamente a los Bancos Centrales por sus tipos de interés raquíticos que inflaron las burbujas financieras e inmobiliaria tras la debacle de las punto.com. El Consejo del Banco Central Europeo se reúne esta semana en Barcelona. Se espera que la luz del Mediterráneo traiga nuevos aires a la institución. El Banco Central Europeo lleva dos meses sin comprar deuda pública y esta es la losa que acogota Gobiernos y países. España, con 5 millones 600 mil parados pagará este año más dinero por los intereses de la deuda que por las prestaciones a los parados. Pero en el discurso de austeridad a toda costa comienzan a aparecer grietas. La caída del gobierno holandés y las dificultades de Sarkozy van dejando a Merkel sin aliados. La canciller germana, la dirigente europea con menos cintura política desde el nacimiento de la Unión, anuncia ahora una Agenda para el Crecimiento. Lo podía haber dicho antes, pero Mekel deseaba, y lo ha conseguido, que los países con problemas pasaran antes por caja; por la caja de las reformas estructurales, en pensiones, trabajo, finanzas o fiscal. Ahora que todas esas reformas están encarriladas comienza a aflojar las bridas. Habrá dinero para rescatar la maltrecha economía a través del Banco Europeo de Inversiones. La duda es si esto bastará y la pregunta: ¿por qué no permite que el Banco Central Europeo dé a la manivela del dinero y compre deuda como antesala de los eurobonos?