Y Pedro le responde: "calla, calla, que tengo una idea que vas a flipar, un gobierno de cooperación". "¿Y eso qué es lo que es?", habrá preguntadoPablo.
"La tercera vía, Pablo; la tercera vía. Si yo te digo no al gobierno de coalición, te estoy rechazando. Pero si tú me dices no al gobierno socialista, me estás rechazando a mí. Y como no nos queremos rechazar, vamos a cooperar. La cooperación es un bello concepto, Pablo. Es incluso muy de izquierdas. Cooperar es ayudar, es juntarse en tareas comunes, es desarrollar juntos un proyecto y estar abiertos a muchas aportaciones. Ni el Ibex se puede oponer".
Así habló Pedro Sánchez, y se quedó tan a gusto. Y Pablo, seducido por el eufemismo y la innovación, que nunca hubo tal ocurrencia sobre la faz de la tierra, respondió: "Vale, me apunto y hasta respeto los derechos de autor. Diré que es un invento tuyo. Pero ¿qué hay de lo mío? ¿Me haces ministro o no me haces ministro?"
YSánchez le prometió que no habrá vetos,pero hay que darle unas vueltas a la cosa y van a tener reuniones más discretas y van a echarle tiempo para negociar. Y tú me preguntas por qué no llaman a las cosas por su nombre. Pues te lo diré: si se trata de un gobierno con representación proporcional de quienes apoyen a Sánchez, sólo se podría llamar gobierno Frankenstein.