opinión

Monólogo de Alsina: "Todo parado hasta el 14-F"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo de Más de uno sobre las elecciones catalanas. Además, habla sobre los asesores del Gobierno, después de la polémica creada por "la niñera" de Pablo Iglesias e Irene Montero.

Carlos Alsina

Madrid | 05.02.2021 08:15

Nueve días para las elecciones autonómicas en Cataluña y hasta ese día aquí el único que se mueve es Tezanos.

Todo parado hasta que pase la jornada electoral. Nadie se arriesga a disuadir a un votante de escoger su papeleta. El Partido Socialista, por ejemplo: dice a ver si voy a ahuyentar a mis nuevos votantes potenciales, que son los de Ciudadanos, por imponerles el precio máximo que le pueden cobrar a un inquilino o prohibir para siempre los desahucios de quienes no pagan. Y también dicen: a ver si voy a aprobar una ley de Vivienda que Podemos pueda vender como un logro y alguno de los votos de Illa se lo va a llevar Ada Colau, que concurre a estas elecciones encarnada en Jésica Albiach y rapeando.

Han hecho los de Colau un vídeo musical para pedir el voto que es de lo más animado que se ha visto en esta campaña. Y que además empieza con un acto de sinceridad: dice la alcaldesa 'no olvidemos quiénes somos; tenemos más poder del que nos han hecho creer'. Que es una forma de decir: que no se note mucho que aunque sigamos haciendo el discurso de los de abajo y los de arriba, ahora somos nosotros el poder en Barcelona y en el gobierno de España, y no nos desanimemos porque haya encuestas que digan que seguimos menguando en escaños y que igual nos supera hasta el PP en porcentaje de voto.

Hasta el 15 de febrero el PSOE no quiere saber nada de aprobar la ley de vivienda, no tiene prisa por anunciar la renovación del Poder Judicial amarrada con el PP (y el PP menos, porque anda mirando de reojo a Vox), y no va a tomar ninguna medida adicional sobre la pandemia. La estrategia de Illa, como pudimos comprobar aquí el martes, es la inconcreción y las frases Paulo Coelho para no incomodar a un solo votante en potencia. El diálogo, el reencuentro, el pasar página, el no dejar a nadie atrás. Y de referendos, federalismos y estatutos de autonomía, en esta ocasión ni media. La única excepción ha sido esta baza que le ha brindado el PSOE a los de Junqueras para que puedan presumir ante los de Puigdemont de haber exhumado una mesa.

Urgente, oiga. Urgente reactivar una mesa que lleva desmontada y aparcada en el garaje desde hace un año. Ni un día más podía esperar España a que el gobierno confirmara que la mesa sigue puesta.

Podemos vuelve a declararse víctima de la persecución mediática ---qué pereza—- por el episodio de 'la niñera', esta señora contratada como asesora por el ministerio de Igualdad que, antes de lograr ese puesto, era persona de confianza de Irene Montero en el partido y según la ex abogada Carmona hizo un viaje, pagado por el partido, para ocuparse de la hija de la señora Montero mientras ésta daba un mitin. El origen de la historia, recordamos, es el testimonio de la ex abogada del partido, esa señora de la que usted me habla. Es sabido que la táctica Echenique cada vez que se publica algo de lo que han dicho o la abogada Carmona o el abogado Calvente es desdeñar su testimonio y cargar contra los medios por hacerse eco. Bueno, e impedir que Calvente aparezca por el Congreso para decir lo que quiera.

Algunos medios han bautizado a esta asesora del ministerio como 'la niñera' no porque esté contratada como tal, sino porque aparece en una foto (y en el vídeo aquel happy pandi de la tarta sorpresa en el cumpleaños de Montero) sosteniendo en brazos a la niña. Yo doy por hecho que su labor en el ministerio no consiste en entretener bebés ---aunque alguna vez haya tenido en brazos una niña--- y que es la ministra de Igualdad quien se ocupa de su hija cuando se la lleva consigo al trabajo. Es decir: que la conciliación la tiene planificada y resuelta la ministra sin tener que tirar del personal del ministerio que, obviamente, está para otra cosa.

Y esto, al final, es lo más interesante. Más allá de la caricatura sobre la asesora y su buena mano con los bebés, para qué están los asesores ministeriales. Qué tareas desempeñan restos contratados eventuales que ministros y secretarios de Estado meten en nómina bajo esta etiqueta tan elástica de 'asesores'. Los cargos de confianza: empleados con sueldo público cuya labor es tan etérea que es difícil medir qué aportan y si de verdad hacen falta.

¿En qué consiste asesorar? Dado que la ministra de Igualdad ha incorporado siete asesoras de alto nivel salarial, convengamos que es una autoridad en la materia y la mejor indicada para explicarlo. Y dado que la práctica se extiende a otros ministerios y secretarías de Estado, qué hacen en realidad los asesores y las asesoras de nivel 30 (52.000 euros brutos anuales) cuyo currículum en ocasiones ni siquiera se publica. ¿Son especialistas en diversas materias que compensan la falta de especialistas entre los funcionarios de los ministerios? ¿No hay funcionarias en el ministerio de Igualdad, por ejemplo, que puedan hacer el trabajo de asesoramento? ¿Tan malos son los empleados públicos que hay que meter tanto asesor, o asesora, de fuera?

Por seguir preguntando: ¿han creado los ministros y sus secretarios de Estado una suerte de administración paralela a la que se accede por afinidad al que manda y en la que no rigen ni el examen de méritos ni la formación que sí se reclama a los funcionarios? Y tampoco vendría mal una comparativa: qué partidos y qué ministros gustan más de contratar personal externo. ¿Cabe interpretar esa predisposición como desconfianza a la capacidad de quienes forman parte ya de la estructura de los ministerios? En fin, preguntas que igual alguien se anima alguna vez a responder: la ministra de Igualdad, por ejemplo. Aunque no tenga niñera.