OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Espejito, espejito"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el discurso que hizo ayer "el pletórico presidente" Pedro Sánchez elogiando la labor que su Gobierno ha hecho en estos cuatro años de legislatura, "un Gobierno que se celebra a sí mismo".

Carlos Alsina

Madrid | 03.06.2022 09:03 (Publicado 02.06.2022 08:32)

A diecisiete días de las elecciones andaluzas, y a dieciséis horas de que empiece la campaña, el primero en votar va a ser ¡Tezanos! Hoy mismo hará disfrutar al personal opinante con una nueva entrega de nada por aquí, nada por allá, Juan Espadas, twelve points, Espadas tropecientos escaños. Vamos a verlo, vamos a verlo.

El primero en votar en las elecciones andaluzas es Tezanos

No es verdad que Tezanos dé siempre ganador al PSOE. En las elecciones de Madrid, hace un año, dijo que ganaría Ayuso. Y en eso, acertó. Es verdad que le daba 59 escaños y sacó 65. Y que al PSOE le daba 38 y sacó 24. Pero bueno, quién no se ha equivocado alguna vez en diez o catorce escaños.

Luego llegaron las de Castilla y León y ahí, sí. Ahí sí, el mejor Tezanos. Porque ahí sí le atribuyó la victoria al PSOE. No lo olvida Tudanca, que hasta llegó a hacerse ilusiones. Iba a ganar el PSOE con hasta 34 escaños. Y ganó el PP con 31. A Vox le daba como mucho 8 y sacó 13. El mejor demoscópico echa un borrón. Y al revés. Incluso un demoscópico acostumbrado a emborronarlo todo alguna vez da en el clavo.

No me vaya usted a confundir la 'kedada' con los militantes para poner a caldo al adversario con la 'kedada' con los militantes para poner a caldo al adversario y pedir el voto

Hoy vota Tezanos y luego empiezan los mítines. Hasta ahora lo que había eran actos de partido, no me vaya usted a confundir la kedada con los militantes para poner a caldo al adversario con la kedada con los militantes para poner a caldo al adversario y pedir el voto.

La derecha llega convencida de que Juanma se va a comer a todos

La derecha llega a esta campaña convencida de que Juanma se va a comer a todos. Tan aseado, tan centrado, tan del gusto de votantes socialistas aturdidos de tanto ver encamarse a Sánchez con los de Esquerra y los de Bildu. Dicen: ¡es que va a votar a Juanma hasta Susana! Hombre, tampoco. Susana, para aguarle la fiesta a Sánchez y que el sanchismo saque menos escaños que ella es capaz de abstenerse. A hacerse juanmanista no llega.

La izquierda llega a la campaña atomizada en cincuenta marcas, un PSOE, tres coaliciones, y temiendo que su electorado se quede en casa. Lo ponía el documento éste que llevaba Yolanda Díaz a la rueda de prensa del martes en Moncloa y que captó un fotógrafo. La izquierda, desmovilizada, quién la movilizará. El movilizador que la movilice buen movilizador será. Y en Moncloa sólo ven capaz de movilizarla… a Vox.

Los Gobiernos ya hacen campaña a pleno pulmón

El Gobierno ya hace campaña a pleno pulmón. Bueno, el gobierno, no. Los gobiernos. Si a usted le pareció triunfalista el discurso de Sánchez ayer ante sus diputados y senadores, público cautivo, es porque no escucharon el de Juanma Moreno el día que anunció la convocatoria de elecciones. Si resulta electoralista que Yolanda anuncie ahora cincuenta millones de inversióncontra el paro en Andalucía, no menos electoralista resulta que la Junta anuncie nueve mil nuevas plazas de empleo público. Esto es la guerra. Electoral.

Juanma, a por un gobierno en solitario. Espadas, a evitar que el naufragio sea completo. Feijóo, a por su primera meta volante. Sánchez, a por una inyección de moral

Y en esta guerra no hay medias tintas. Juanma, a por un gobierno en solitario. Espadas, a evitar que el naufragio sea completo. Feijóo, a por su primera meta volante. Sánchez, a por una inyección de moral para la tropa decaída que empieza a ver cada vez más difícil seguir gobernando otros cuatro años.

El Gobierno no tiene abuela

El Gobierno no tiene abuela. Carencia de autoestima no sufre, desde luego. Ni siquiera sus medios más afines alcanzar a elogiar más al Gobierno que el Gobierno mismo. Se ha abonado al autoelogio. Un Gobierno que se celebra a sí mismo. Por lo mucho que nos protege, por lo mucho que legisla, por los cambios formidables que ha traido a España.

Ni siquiera sus medios más afines alcanzar a elogiar más al Gobierno que el Gobierno mismo. Se ha abonado al autoelogio

Formidable. Querida María Luisa (Carcedo). Que fuiste apartada como ministra de Sanidad para repartir tu competencias entre tres hombres, ¿te acuerdas? Y decían de Aznar con el "España va bien".

El presidente subraya lo positivo y olvida todo lo demás

Es natural que el presidente subraye lo que considera positivo y olvide, pecador, todo lo demás. Ya les conté ayer que examinar la gestión de un gobierno al que le cayó encima una pandemia no es fácil. Las comparaciones con los gobiernos anteriores no pueden ser homogéneas porque ni ellos tuvieron pandemias ni contaron con un manguerazo de dinero público de 140.000 millones para afrontar la crisis no con ajustes sino con inversiones y subvenciones públicas.

Gobernando Sánchez se ha aprobado el ingreso mínimo vital, con enorme consenso, se ha aprobado la ley de eutanasia, se ha subido varias veces el salario mínimo.

También ha empeorado la calidad de nuestra democracia (según la clasificación del The Economist), ha aumentado la desigualdad y ha empeorado el riesgo de pobreza. Y no, desgraciadamente no se ha erradicado la violencia de género: más de cuarenta mujeres son asesinadas cada año en España.

Gobernando Sánchez la extrema derecha ha alcanzado sus mejores resultados electorales. Tanto que hace cuatro años no tenía un solo diputado nacional y hoy tiene 52

En toda gestión gubernamental hay luces, hay sombras y hay objetivos que no se cumplieron, o porque se incumplieron las promesas o porque los problemas resultaron ser más complejos de lo que los gobernantes pensaban cuando el poder aún no lo tenían ellos.

Ah, gobernando Sánchez la extrema derecha ha alcanzado sus mejores resultados electorales. Tanto que hace cuatro años no tenía un solo diputado nacional y hoy tiene 52. Las encuestas le están dando 65 para las próximas elecciones generales. Esto también forma parte del balance de una acción de gobierno. Qué extremos políticos crecen.

Por qué el presidente no es capaz de hablar diez minutos sin mencionar al PP

Después de escuchar al pletórico presidente, ayer, las dos preguntas obligadas son: por qué la sociedad no comparte la excelente opinión que Sánchez tiene de sú mismo (las encuestas hoy dicen que perdería las elecciones). Y por qué el presidente ya no es capaz de hablar diez minutos sin mencionar al PP.

Como si la única forma que encuentra de reivindicar la labor de su Gobierno sea compararse con el PP

Que es capaz de hablar más de diez minutos lo sabemos, la duración media de sus homilías son cuarenta y cinco. Pero que sea capaz de hacer un discurso sin estar mirando todo el rato el retrovisor no está demostrado. Empieza a destilar una cierta fijación. Como si la única forma que encuentra de reivindicar la labor de su Gobierno sea compararse con el PP. Y sacando a pasar la Gürtel, a Villarejo, al hermano de Díaz Ayuso.

A quién puede importar la verdad teniendo a mano todo el tiempo un mítin

Ayer incurrió de nuevo el presidente en achacar la jubilación anticipada de Pablo Casado en el PP a que éste intentó limpiar el partido de corrupción. Bien sabe Sánchez que no fue ésa la causa de que cayera. La causa fue lo de los detectives y el espionaje al compañero.

Ay, el espionaje, presidente, cuántos dolores de cabeza genera cuando sale a la luz. Pero a quién puede importar la verdad teniendo a mano todo el tiempo un mítin.

Quién les habría dicho a Casado y García Egea que el PSOE acabaría beatificándoles como adalides contra la corrupción. El PSOE, que les achacó comprar tránsfugas en Murcia e intentar comprar a dos diputados de la Unión del Pueblo Navarro. Y de eso no hace cuatro años. Hace cuatro meses.

Sánchez hace balance dedicando la mitad de su intervención a zurrar al PP y la otra mitad a seguir zurrando al PP. Como líder de la oposición a Feijóo no tiene rival.