OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Hacemos lo que podemos, Carles"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la causa que ha abierto el Tribunal Supremo a Puigdemont por terrorismo en el caso de tsunami democrátic, mientras el Gobierno trata de buscar la impunidad del líder independentista procesado por rebeldía.

Carlos Alsina

Madrid | 01.03.2024 08:54

Ya hay respuesta, ministro. No la que usted deseaba a estas alturas, pero hay respuesta. Ministro Grande-Marlaska. Octubre de 2019. Ardía Cataluña, decían las televisiones. Por culpa de una organización fantasma de nombre tsunami democrátic. Xavier Fortes entrevista al ministro del Interior en su programa de Televisión Española. Le hace una pregunta directa y el ministro la responde con seguridad y media sonrisa en los labios.

¿Quién está detrás del tsunami?

Quién está detrás del tsunami. Era la pregunta más repetida aquellos días. Estas algaradas, estos sabotajes, estos desórdenes quién los diseña, quién convoca, quién abre y cierra, a capricho, el grifo de los disturbios. Nos tranquilizaba el ministro de la Seguridad en todas sus entrevistas de aquellos días: ciudadanos de España, confiad en vuestro gobierno. Sabremos quién está en el vértice de este grupo de alborotadores. Y cuando lo sepamos, no habrá espacio para la impunidad.

Produce embarazo escuchar la convicción con que el ministro garantizaba todo lo que ahora su gobierno intenta neutralizar: la impunidad de los autores intelectuales

Produce embarazo escuchar la convicción con que el ministro garantizaba todo lo que ahora su gobierno intenta neutralizar: la impunidad de los autores intelectuales. El juez de carrera Grande-Marlaska, o de carrerón (que lo hizo, brillante, hasta la Audiencia Nacional), seguramente soñó alguna vez con culminar su vida profesional como juez del Tribunal Supremo de España, la cúpula del poder judicial, los jueces más veteranos, los más experimentados, los más sabios. Él podría haber sido uno de ellos. Y ellos, cinco jueces de la Sala Penal del Tribunal Supremo, han dado una primera respuesta a la pregunta que hace cuatro años le hacíamos a Marlaska.

Sé fuerte, Carles, hacemos lo que podemos

¿Quién está detrás del tsunami? Puigdemont. Es posible que fuera Puigdemont. Hayindicios de que era Puigdemont. Y por eso abren una investigación penal a Puigdemont. Y por eso la instrucción del caso tsunami deja de llevarla un juez de la Audiencia Nacional y pasa a llevarla el Tribunal Supremo.

Y por eso todo el empeño de la fiscalía general del Estado en que esto nunca sucediera queda en agua de borrajas. Y por eso lo de amnistiar a Puigdemont y que al día siguiente se plante en Barcelona de rositas queda en el aire. Y por eso habrá de decirle el gobierno a su compadre, faro de la progresía gubernativa y mentor de la investidura de Sánchez, aquello que Rajoy le decía a Bárcenas: ‘sé fuerte, hacemos lo que podemos’. Sé fuerte, Carles, hacemos lo que podemos.

Lo de amnistiar a Puigdemont y que al día siguiente se plante en Barcelona de rositas queda en el aire

¿Y qué es lo que podemos? Que la teniente fiscal del Supremo, número dos del fiscal general, en contra del criterio abrumadoramente mayoritario de sus colegas los fiscales del Supremo (once a cuatro) pidiera que se dejara tranquilo a Puigdemont porque nada lo vinculaba ni remotamente con tsunami.

Se desgastó la fiscal, y se desgastó el fiscal general, sabiendo que la decisión última la tomarían no una fiscal sino cinco jueces y que lo más probable es que tiraran para adelante con la imputación tirando al cesto -es una forma de hablar- el tocho argumental, y exculpatorio, de la fiscalía. Pero el gobierno ha podido decirle a Junts ‘hacemos lo que podemos’. O ‘la fiscalía nos lo afina’, por recurrir a otra frase mítica de los tiempos del PP.

Una vez más, la estabilidad del gobierno de España en manos de Waterloo

En otras circunstancias, el ministro del Interior estaría celebrando que el trabajo de la policía, la guardia civil y los servicios de inteligencia hayan permitido reunir indicios suficientes para que los jueces se ocupen de castigar los hechos delictivos. Pero en las circunstancias actuales, para el gobierno -ministro incluido- es una contrariedad porque lo que anda buscando es, justamente, la impunidad de un procesado en rebeldía de nombre Puigdemont.

A eso se reduce el problema, a que con un procedimiento penal por terrorismo en el Supremo no hay forma de garantizarle a Puigdemont que sus pecados serán borrados y su grey podrá recibirle entre palmas de olivo en Barcelona. Y que ahora es Puigdemont quien, sabiendo eso, decide si da luz verde a una ley que no está claro que le cubra o le abre a Sánchez, rechazándola, una vía de agua definitiva. Una vez más, la estabilidad del gobierno de España en manos de Waterloo.

Con un procedimiento penal por terrorismo en el Supremo no hay forma de garantizarle a Puigdemont que sus pecados serán borrados

Pregunta: ¿Pueden ver de forma tan distinta unos mismos elementos -los famosos indicios- los jueces del Supremo y la teniente fiscal? Ya se ve que sí. En rigor hay cinco jueces del Supremo, uno de la Audiencia Nacional y once fiscales que ven indicios de terrorismo callejero con Puigdemont como autor intelectual. Y hay seis fiscales que no le ven, cinco en la fiscalía del Supremo y uno en la Audiencia Nacional. Como al gobierno le gusta ver la vida en términos de competición permanente, el tanteo arroja un diecisiete a seis.

Un pulso entre el poder legislativo y el judicial

Y no, no es un secreto que estamos ante un pulso entre poderes. El legislativo y el judicial. Al segundo le imputa el primero estar tratando de neutralizar sus reformas legislativas con decisiones judiciales que las malogren. Del primero piensa el segundo que lleva cuatro años retocando leyes para sabotear el trabajo que hicieron jueces y fiscales, las instrucciones judiciales aún abiertas y las sentencias ya emitidas.

Es altamente probable que los dos estén en lo cierto. Y que tan legales sean las reformas que hace el Poder Legislativo -lo de la amnistía, ya veremos- como legales son las resoluciones del Poder Judicial. Hay que decir lo que en los seriales: continuará.

Continúa el serial Koldo y familia

El serial Koldo y familia también continúa. Koldo, Joseba, Andoni, Víctor Aldama, Javier Hidalgo, Jacobo Pombo.

Y su última derivada, que es la relación entre el consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, y Begoña Gómez, esposa del presidente Sánchez. Publica El Confidencial que Hidalgo contribuyó con su empresa al lanzamiento de la carrera profesional de Gómez y patrocinó actividades del África Center, un centro que creó el Instituto de Empresa en agosto de 2018 -dos meses llevaba Sánchez en la Moncloa- y cuya dirección fue encomendada a Gómez.

Gracias a un convenio con Globalia se pusieron en marcha unos premios para startups africanas. Recuerda la información que Globalia, o sea, Air Europa, fue rescatada por el gobierno en 2020, con una línea de crédito de más de cuatrocientos millones de euros de la Sepi, que depende de la ministra de Hacienda.

¿Más novedades de la mañana?

El álbum de fotos de La Chalana en El Mundo. Koldo viéndose con altos cargos del ministerio de Transportes: presidente de Adif, director general de Emfesa, secretario general de Transportes. Se supone que son quienes le pasaron papeles advirtiéndole de que las mascarillas estaba siendo investigadas. Koldo aún tenía mano en el ministerio.

Convertir el caso Koldo en un caso del PP

De la jornada de ayer, lo más enternecedor, por pueril, por insustancial, por desesperado, fue el intento de la vicepresidenta uno, número dos del PSOE, María Jesús Montero, de convertir el caso Koldo en un caso del PP.

De los creadores de Feijóo negoció los indultos con Puigdemont llega ahora ‘Tellado negoció alguna cosa, lo que sea, con nuestro Koldo’. Cuando la vicepresidenta reclamaba explicaciones al PP, el PP, en realidad, ya las había dado.

Lo más enternecedor, por pueril, por insustancial, por desesperado, fue el intento de la vicepresidenta María Jesús Montero de convertir el caso Koldo en un caso del PP

Si nunca hubo reunión, qué explicaciones vas a dar de la reunión. Alguien, en el PSOE (o en la Moncloa, que trabaja para el PSOE) había leído en El Mundo a primera hora que Koldo le contó al empresario Cueto que había quedado en verse con Tellado y que estaba intentando una reunión con el gobierno de Baleares ‘a través de Alberto’: Ahí lo tenemos, se debieron de decir en la Moncloa, o en Ferraz (tanto da); ahí lo tenemos, Koldo no es sólo nuestro, lo tenemos a medias con el PP.

Santos Cerdán, que no ha abierto el pico ni sobre Koldo ni sobre Ábalos, tuvo prisa por abrirlo ayer para hablar de Alberto. Qué menos que pedirle a nuestros próceres un poco de comprensión lectora. Con lo poco que les gusta el diario El Mundo y lo pronto que lo airearon ayer.

No está claro que Tellado se reuniera con Koldo

Justo lo que no está claro, Santos, es que Miguel Tellado estuviera en una reunión con Koldo, tu Koldo, porque la criatura es tuya. El Mundo no dice que Tellado estuviera en ninguna reunión con Koldo. El Mundo reproducía la conversación telefónica en la que Koldo, urgido por el empresario Cueto a que se ocupe del tema mascarillas de Baleares, le dice que al día siguiente va a reunirse con Tellado.

Contexto: en Baleares ha cambiado el gobierno, del PSOE al PP. Justo antes de cesar, Francina Armengol ha aprobado que se le reclame a la empresa de las mascarillas, tres años después, la devolución del dinero. Cueto y compañía están incómodos, claro, es una pasta. Habla con Koldo para que lo arregle, después de todo para eso sirve Koldo, para las influencias, tiene contactos. Y Koldo le dice que está en ello. Con los suyos -Ábalos mediante- y con los otros -los del PP que gobiernan ahora-.

Reuniones con gente del PP no consta ninguna. Tratos con Ábalos y con altos cargos del actual ministerio de Transportes sí que constan

Hace méritos Koldo. Mañana mismo me veo con Tellado, qué tío. Pero si Cerdán y la vicepresidenta hubieran leído de verdad el periódico ayer sabrían que la UCO vigilaba a Koldo y comprobó queno hubo reunión alguna al día siguiente. Ya es mala suerte, pero es que al día siguiente, domingo, el PP entero estaba manifestándose en el templo de Debod contra la amnistía. Salvo que estuviera allí Koldo de incógnito y le hablara a Tellado al oído: oiga, Miguel, que usted y yo no nos conocemos pero verá, mi partido tiene un pufo en Baleares con lo de las mascarillas y me gustaría que usted se encargara de taparlo, ¿me entiende?, que entierren la reclamación del dinero porque mi patrón, Cueto, está molesto, ¿qué le parece, Miguel, usted que es del PP me echa una mano para encubrir este marrón que tiene el PSOE?

Con quien sí se vio Koldo fue con Ábalos

Salvo que eso sucediera, que la UCO no parece que lo vea, lo de Koldo tirándose el pisto ante quien le pagó las comisiones, presuntamente, no va a ningún lado. Todo lo demás sí. Porque con quien sí se vio Koldo fue con Ábalos. Ésa reunión sí se produjo, En La Chalana. Koldo había dicho mañana he quedado con Jose Luis y al día siguiente le vio, aunque Ábalos dice que fue casualidad: se lo encontró en el restaurante, puro azar.

Reuniones con gente del PP no consta ninguna. Tratos con Ábalos y con altos cargos del actual ministerio de Transportes sí que constan. Si lo más audaz que es capaz de hacer el PSOE es esta cosa tan burda del calamar, la vieja táctica del revoltijo, casi mejor que se refugie de nuevo Cerdán en su silencio abalista y que la vicepresidenta uno se ocupe de defender que no hubo trato de favor en el rescate de Air Europa.

Es su partido, no ningún otro, el que acaba de purgar a su ex secretario de organización desterrándole al grupo mixto.