OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Francia y el consenso social"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el abrumador consenso social en Francia para incluir el derecho al aborto en su Constitución, al contrario que en España con la ley de amnistía, que de aprobarse en el Congreso, saldría adelante por la mínima.

🔴 Francia registra el derecho al aborto en su Constitución en una reforma "histórica"

Carlos Alsina

Madrid | 05.03.2024 09:03

Dijo la señora Le Pen que lo de ayer era un homenaje que Macron se había organizado a sí mismo. Pero votó a favor. Dijo el líder de la derecha tradicional francesa, fagocitada por Macron, que ningún médico tendrá que interrumpir un embarazo si su conciencia no se lo permite, pero votó a favor de la reforma con esta frase: ‘Se lo debemos a la libertad de las mujeres’.

La reforma "histórica" de la Constitución francesa

Dijeron algunos diputados renuentes que modificar la Constitución no era necesario porque la libertad para abortar en Francia ya estaba garantizada. Pero sólo setenta y dos de los ochocientos cincuenta diputados y senadores presentes en la Cámara votaron en contra de la propuesta macroniana. La reforma constitucional que convierte a Francia en la primera nación que incluye como derecho ponerle fin a un embarazo -la fórmula elegida es libertad garantizada de la mujer para interrumpirlo- obtuvo el siguiente resultado. Setecientos ochenta votos a favor, setenta y dos en contra.

Nadie podrá cuestionar que la ley que regule el aborto en Francia regula un derecho reconocido expresamente como tal

La diferencia es tan abrumadora, el respaldo es tan enorme, que en rigor cabe afirmar que la sociedad francesa, no de manera unánime pero casi, ha decidido que el aborto debe quedar blindado en la ley fundamental que es la Constitución. Incluirlo en la Constitución para acabar con el debate sobre si sería posible en Francia lo que ya pasó en algunos estados de los Estados Unidos, que un cambio de mayorías parlamentarias trajera consigo el recorte en la libertad, y el derecho a decidir, de la mujer.

Las constituciones también pueden cambiarse, a la vista está, pero ese cambio requiere de un respaldo social muy superior al de la mitad más uno. El parlamento francés requería de tres quintos para tocar el texto. Obtuvo cuatro quintos y medio. Inapelable la voluntad social de blindar.

Y ahora que está en la Constitución, nadie podrá cuestionar que la ley que regule el aborto en Francia regula un derecho reconocido expresamente como tal.

La amnistía no tiene detrás a la abrumadora mayoría del país

Vengámonos ahora a España. Este país en el que los restaurantes dan de cenar a la una de la madrugada, para escándalo de Yolanda Díaz, y donde lo más parecido que hemos tenido a una mayoría abrumadora e inapelable ha sido la reforma, acotadísima, de la Constitución para eliminar la palabra ‘disminuidos’.

Y donde el debate político -y social- gira no sobre la hora a la que cierra los restaurantes sino en torno a una medida que ni estaba ni se la esperaba hasta que el presidente Sánchez se quedó corto de apoyo popular en las urnas. Es decir, la amnistía.

El gobierno presume de estar contribuyendo al progreso con una legislación que, a diferencia de lo que ocurrió ayer en Francia, no ha contado hasta ahora ni siquiera con la mitad más uno de los diputados del Congreso

En España, el gobierno presume de estar contribuyendo al progreso y al bienestar general con una legislación que, a diferencia de lo que ocurrió ayer en Francia, no ha contado hasta ahora ni siquiera con la mitad más uno de los diputados del Congreso.

Es probable que el jueves se consume el re-emparejamiento del PSOE con Junts tras su cese temporal de convivencia, es decir, que el proyecto de amnistía salga bendecido de la comisión de Justicia ya se verá diciendo qué. Pero incluso entonces sólo tendrá detrás a 178 diputados. Dos quintos y medio (más un pico). Para elegir un vocal del Poder Judicial hacen falta doscientos diez diputados. Para aprobar una amnistía inédita en la España constitucional basta con 176.

Para elegir un vocal del Poder Judicial hacen falta 210 diputados. Para aprobar una amnistía inédita en la España constitucional basta con 176

La amnistía, que no es de izquierdas -es de Sánchez pero no es de izquierdas- no tiene detrás a la abrumadora mayoría del país. Si existiera aquí la fórmula de una sesión conjunta de Congreso y Senado para votar una reforma histórica, ésta no saldría adelante. En el Congreso gana, por la mínima. El Senado, 148 a 116, la rechaza por goleada. Ambas cámaras representan a la sociedad. Sólo por eso afirmar que se amnistía el procés porque ésa es la voluntad mayoritaria de los ciudadanos es hacerse trampas.

Una reconciliación impuesta

Lo ha dicho la Comisión de Venecia, aunque a esa parte el gobierno no haya querido hacerle ni puñetero caso: hay división política y hay división social. Una enorme división que en nada se compadece con la reconciliación que se predica.

Ni la forma de proceder del gobierno, ni la urgencia, ni la modificación constante del proyecto a golpe de calentones por decisiones judiciales adversas se compadece con la relevancia del asunto y la sensibilidad social que despierta. Eso, y que aún está sin resolver el debate con el que empezó todo: si es o no es constitucional.

Abandone la sociedad toda esperanza de que el presidente pregunte en referéndum si hay voluntad social, o no, de dejar a Puigdemont impune. No convocará un referéndum porque sabe que lo pierde

Abandone la sociedad toda esperanza de que el presidente promueva una reforma constitucional que incluya en el texto lo que hoy no existe: el establecimiento expreso de la amnistía como medida aceptable. Abandone la sociedad toda esperanza de que el presidente pregunte en referéndum si hay voluntad social, o no, de dejar a Puigdemont impune. No convocará un referéndum porque sabe que lo pierde.

Y una reconciliación tiene bien poco de reconciliación si es una reconciliación impuesta. ¡Reconcíliate porque somos más los que no queremos que gobierne la derecha! Entone usted el salmo responsorial, señora Peña, portavoz del PSOE.

Bendito sea pasar página aunque la sociedad para la que gobiernas no haya dicho que la quiera pasar (con impunidad)

Eso es. Bendito sea pasar página aunque la sociedad para la que gobiernas no haya dicho que la quiera pasar (con impunidad). Con razón luego hay dirigentes socialistas como el señor Gallardo, recién llegado a la jefatura máxima del PSOE extremeño, que compartiendo el sentir mayoritario de la sociedad se vean tan apurados para decirlo con tranquilidad.

Díaz reclama que ningún indulto pueda ser nunca indultado

A cuarenta y ocho horas, en fin, de que Sánchez sea amnistiado por Puigdemont en la comisión de Justicia del Congreso, la visitadora del prófugo, vicepresidenta dos Yolanda Díaz, hizo ayer, por cierto, la broma pesada del día. A cuenta de Koldolandia se puso espléndida reclamando que ningún corrupto pueda ser nunca indultado. Cómo no recordar a su pareja de tándem, Sánchez, clamando contra los políticos que indultan a otros políticos, ‘¡eso se tiene que acabar!’

Ahora viene Díaz con esto de prohibir indultos a corruptos, después de haber celebrado el indulto a Junqueras y los demás, condenados por malversación de dinero público todos

Ahora viene Díaz con esto de prohibir indultos a corruptos, después de haber celebrado el indulto a Junqueras y los demás, condenados por malversación de dinero público todos. Se entiende que si hay un terrorismo amnistiable habrá también una malversación indultable, en el código penal en miniatura, artesanal y hecho a medida, que maneja este partido siempre a punto de fundarse que responde al nombre de Sumar.

Usted formó parte del Consejo de Ministros que aprobó los últimos indultos por malversación. Usted.

Víctor de Aldama, intermediario, conseguidor y comisionista de profesión

De Koldolandia, a todo esto, apareció Hacienda para ratificar en un informe oficial que el vínculo entre el rescate de Air Europa y el negociete con las mascarillas se llama Víctor Aldama, colega de Hidalgo el de Globalia, colega de Koldo, el de Ábalalia, e intermediario, conseguidor y comisionista de profesión.

Fue la estrecha relación que forjó con el ministerio de Transportes durante el rescate de Air Europa lo que propició que se le tuviera tan en cuenta cuando ofreció mascarillas. Y fue él quien recurrió luego al tal Cueto para que prestara su sociedad mercantil para poder hacer la operación. Primero recibió el encargo de traer mascarillas y luego se buscó un empresario que pusiera una sociedad con la que facturar.

Es el ministerio, la cúpula del ministerio, quien le escoge a dedo agraciando a Víctor de Aldama con una lluvia de millones

No es sólo que la empresa de Cueto, Soluciones, careciera de experiencia alguna en el sector, es que la adjudicación, en realidad, se le hace a Víctor de Aldama por ser quien es, el amigo de Koldo, pase especial en el minis-terio, en cuyo restaurante celebra su cumpleaños Ábalos y que está contratado por Javier Hidalgo, el de Air Europa, bien relacionado, a su vez, con la esposa del presidente del gobierno.

No hay explicación, dice Hacienda, al porqué el ministerio de Fomento escoge a Aldama. Él alega que conoce proveedores chinos y que puede conseguir un transporte barato gracias a sus contactos en Air Europa.

Pero lo único cierto es que es el ministerio, la cúpula del ministerio, quien le escoge a dedo agraciándole con una lluvia de millones. A la una, por cierto, ya está cerrada La Chalana.