Marta García Aller nos traslada hasta la casa de Florence y Henry Norman, en Londres. Él es un reputado periodista y político liberal y ella, una sufragista que se manifiesta frente al Parlamento, ya que hasta 1918 no se legalizó el voto de la mujer.
En 1916, Florence ya se movía de un lado a otro en patinete, no eran eléctricos, pero tenían un motor de gasolina de 155 centímetros cúbicos y podían alcanzar los 25 kilómetros por hora. Se llamaban Autoped, comenzaron se fabricaban en Nueva York en 1915 y fueron creados por la marca Krupp.
Por ello, nos preguntamos por qué desaparecieron si ya se usaban en las ciudades hace más de 100 años, por qué han vuelto en el siglo XXI después de décadas y si serán de nuevo una moda pasajera.