LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "La gran pregunta de 2023 es cómo y cuándo terminará esta guerra"

Marta García Aller reflexiona sobre la visita de Zelenski a Washington buscando apoyo económico y armas para seguir defendiéndose de la invasión rusa.

Marta García Aller

Madrid | 22.12.2022 07:44

Zelenski ha viajado por sorpresa a Washington. El presidente ucraniano, convertido en el héroe improbable del año, busca apoyo económico y armas para seguir defendiéndose de la invasión rusa. Pero con su discurso en el Congreso estadounidense no solo consigue misiles Patriot, también atención para una guerra de la que, reconozcámoslo, nos hemos ido no sé si olvidando o acostumbrando. Zelenski ha viajado a EEUU a decirle al mundo que “esta batalla no se puede ignorar ni posponer” y que ayudar a Ucrania no es caridad, sino invertir en la seguridad global. Pero a medidas que el conflicto se enquista, también lo hacen las dudas de cuánto tiempo más durará el apoyo incondicional.

La visita de Zelenski a Biden llega en el día 300 de la guerra y el primer día de un invierno que se prevé terrible. Necesita recordarnos que la invasión rusa sigue ahí y que el invierno también es un arma con la que Putin planea matar mucha gente. Con la nueva ola de ataques rusos contra la red eléctrica de Ucrania gran parte del país ha quedado sumido en la oscuridad, con millones de ciudadanos refugiándose de la guerra sin calefacción ni luz.

Y mientras se recrudece la guerra, Zelenski viaja a Washington para recordarle al mundo que no se ha rendido y su lucha está lejos de terminar. Quiere convencer al Congreso estadounidense de que necesitan más que nunca toda la ayuda posible y que pueden ganar esta guerra, ahora que los republicanos están replanteándose si merece la pena seguir extendiéndole cheques a Kiev.

Hasta en Europa, donde tenemos pegando la guerra de Ucrania, nos hemos empezado a acostumbrar a ella, a sentirla a través de los precios del combustible, la calefacción y de cuánto han subido la lombarda y el aceite de girasol. Pero el sufrimiento del pueblo ucraniano ya no lo tenemos tan presente.

Y, de momento, la paz no parece cerca. Zelenski ha dicho que las negociaciones no comenzarán a menos que las fuerzas rusas abandonen toda Ucrania, algo a lo que Moscú se niega. Desde Washington, el presidente ucraniano despidió su discurso deseando a todos un “feliz y victorioso año nuevo”.

¿Moraleja?

La gran pregunta de 2023 es cómo y cuándo terminará esta guerra, pero que nos acostumbremos más a ella aterra.