Beatriz Ramos
Madrid | 10.03.2016 07:14
El 3 de junio de 2007, con 15 años, Ahmed disfrutaba de su primer día de vacaciones y paseaba al lado de la base americana cuando escuchó un disparo. Justo antes de caer sentí electricidad por todo mi cuerpo y creía que iba
La bala le rozó la médula espinal tras el disparo de un francotirador norteamericano y le dejó en una silla de ruedas. Cuando se despertó en el hospital su madre le puso una mano en la pierna y le preguntó si podía sentir algo, él dijo que no. En 2013 llegó su oportunidad de huir y con ayuda de la agencia para los refugiados de la ONU Ahmed fue realojado en el Área de la Bahía de San Francisco. Al principio fue muy difícil asumir su nueva situación.
"Les odiaba a los soldados americanos por lo que hacían al pueblo iraquí allí pero ahora viviendo aquí, tengo amigos americanos".
Poco a poco dejó de sentirse solo. Además, gracias a un fondo de donación, Ahmed acude a un gimnasio especializado en rehabilitación para lesionados de médula espinal. Algo que le ayuda porque dice que siente que es como si volviera a ver a sus hermanos.
En la actualidad sabe que no podrá volver nunca a Irak, por la presencia de ISIS."El mayor sueño de mi vida es volver a ver a mi familia pero no puedo visitarles en Irak. Algún día los veré, no sé si pronto, pero los veré. Salvé mi vida cuando me fui de Irak y ahora mi vida está aquí".