El periodista y director de La Brújula, Rafa Latorre, visitó el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo de Vitoria para conversar con su director, Florencio Domínguez, considerado uno de los mayores expertos en la historia del terrorismo en España.
En esta entrevista ambos repasaron la evolución de la memoria democrática, el papel del GRAPO y el reto de mantener viva la conciencia colectiva frente al olvido.
El legado del GRAPO, la banda olvidada
La conversación arrancó con la exposición temporal dedicada a los crímenes del GRAPO, una organización que, según Domínguez, "cometió nada menos que 93 asesinatos y más de mil atentados".
El director del Memorial lamenta que esa banda terrorista, pese a su letalidad, haya quedado eclipsada por la omnipresencia de ETA: "Es una organización que estuvo a punto de hacer fracasar la Transición y que, sin embargo, es relativamente poco conocida".
Recordó además que el GRAPO todavía no se ha disuelto oficialmente, aunque su último atentado se produjo en 2006.
"El mito antifranquista fue una coartada"
Domínguez subrayó un hecho que considera esencial para comprender la historia reciente: la mayor parte del terrorismo en España se produjo ya en democracia. "La gravedad del terrorismo se agudiza después de la muerte de Franco.
El 95% de los crímenes de ETA se cometieron después del dictador", dijo, desmontando el relato de las organizaciones que se autoproclamaban antifranquistas.
"El mito de la lucha contra la dictadura fue una cobertura que durante muchos años les sirvió para obtener comprensión y respaldo en ciertos sectores", advirtió, insistiendo en que los fines de esas bandas eran "tan condenables como sus medios".
Educación y memoria: el antídoto contra la ignorancia
El Centro Memorial ha convertido la educación en su principal campo de acción. "Actuar en el ámbito educativo ha sido un objetivo preferente", explicó Domínguez, que detalló que desde 2021 cerca de 1.300 profesores han pasado por los cursos de formación impulsados desde el Memorial en colaboración con el Ministerio de Educación y las comunidades autónomas.
El objetivo, precisó, es que los docentes cuenten con recursos pedagógicos para llevar al aula la historia del terrorismo y el testimonio de las víctimas: "Esa experiencia directa es una de las herramientas más eficaces para deslegitimar el terrorismo pasado y prevenir procesos de radicalización".
La memoria que falta: autocrítica y "suelo ético"
Preguntado por la reincorporación a la vida pública de exdirigentes de la izquierda abertzale sin un ejercicio de autocrítica, Domínguez fue contundente: "Esa es una de las grandes lagunas de la izquierda abertzale actual. No ha hecho una revisión crítica de su apoyo a la violencia que permitió a ETA subsistir durante tanto tiempo".
Reclamó, como ya hiciera el Parlamento Vasco en su momento, la recuperación de un "suelo ético común": el reconocimiento rotundo de que "matar estuvo mal, sin justificación alguna".
Y añadió: "El terrorismo no fue una violencia privada entre particulares, sino una agresión política dirigida contra el Estado y contra todos los ciudadanos".
"La sociedad quiere saber"
Domínguez también celebró el auge del cine y la literatura que abordan la historia del terrorismo. "Durante mucho tiempo las víctimas estaban ignoradas. Ahora, películas y novelas recientes están sirviendo de apoyo a los profesores en su labor educativa. Eso muestra que la sociedad quiere saber", afirmó.
Entre las referencias más destacadas, mencionó la novela "Patria" y los documentales de Iñaki Arteta, y recomendó el libro "Vidas rotas", la historia de todas las víctimas de ETA, así como otras obras impulsadas desde el Memorial sobre las víctimas del yihadismo, de la extrema izquierda y próximamente de la extrema derecha.
"Que no quede una visión romántica del terrorismo"
Domínguez considera esencial que las nuevas generaciones comprendan la ilegitimidad absoluta del terror. "Es un peligro que quede una visión romántica del terrorismo, de guerrilleros o de pequeños contra grandes. Frente a eso, nada es más poderoso que escuchar el testimonio de quien lo sufrió", defendió, aludiendo a los encuentros entre víctimas y estudiantes organizados por el Memorial.
