Desde este edificio, desde las Cortes de Castilla-La Mancha se contemplan algunas de las mejores vistas del Tajo. A vista de águila bicéfala imperial. En la imperial Toledo, un ingeniero genial resolvió, en el siglo XVI, uno de los problemas más graves que sufría la ciudad. La traída del agua. Entonces se hacía con reatas de burros. Hubo que esperar al ingeniero Juanelo Turriano para resolver el problema. Inventó una maquinaria hidráulica para salvar más de 100 metros de desnivel y llevar el agua hasta el Alcázar. Después proyectó y creó otra máquina para trasvasar el agua para el ayuntamiento y los vecinos. Hasta entonces, en Europa, lo máximo que se había conseguido elevar el agua eran los 40 metros de Augsburgo. El ingeniero Turriano, o Turriani, debería haber nadado en la abundancia. Pero más bien naufragó. Murió en la pobreza extrema, con el bolsillo más seco que el campo español. Hoy, el ministro de Agricultura, Luis Planas, en Espejo Público, miraba hacia Bruselas, hacia los fondos europeos, para establecer medidas que ayuden a los agricultores.
Por cierto, Juanelo Turriano era el relojero de Carlos I, el emperador fracasó en conseguir en Yuste que todos los relojes dieran a la vez la hora. Algo parecido pasa con la inflación en Europa Cuesta que marque el 2%, el objetivo del BCE. Su vicepresidente, Luis de Guindos, advierte de la elevada inflación subyacente, del 5,7% de media en la zona euro y también del endurecimiento del crédito
Para remate, la deuda pública española sigue al alza. Marcamos nuevo récord, 1,5 billon de euros, 8.000 millones más que en el pasado mes. España es el cuartopaís de la zona euro con mayor volumen de deuda. Y si hay endurecimiento del crédito, también lo habrá para el Estado. Esta tarde hemos conocido una noticia preocupante para nuestro país, sobre todo para el Estado y su deuda. Inversores internacionales han solicitado en EEUU el embargo, por impago, de varias emisiones de deuda pública
Hablamos de una solicitud de embargo técnico de España. El fondo estadounidense Blasket ha activado una cláusula de impago contra nuestro país. Reclama que España le reembolse bonos del Estado por valor de 910 millones. Este fondo ganó un pleito, un laudo arbitral internacional, contra nuestro país por el recorte de las primas a las renovables.
España perdió el proceso, pero se resiste a soltar los cuartos. Este mismo fondo de inversión reclamó en Londres el embargo del Instituto Cervantes en la capital y de edificios representativos de la Generalitat de Cataluña. El Gobierno dice contar con el apoyo de la Comisión Europea, que la posición de España está bien asentada y que todo esto no tiene que ver con la deuda del Estado. El problema es que llueve sobre mojado. Aquí sí que llueve. Se acumulan los laudos internacionales contra nuestro país por el recorte de los incentivos a la inversión en renovables, aprobados por Zapatero. Miguel Sebastián intentó ordenar y el ministro Soria recortó retroactivamente. En total hay obligaciones sin pagar de unos 2000 millones de euros. Vamos, un pleito sideral, una pesadilla.
