Ha comenzado la temporada de conciertos y festivales veraniegos.
El turismo de conciertos musicales es uno de los subsectores más exitosos del turismo español. La primera ha sido Rosalía que en Almería ha iniciado su gira mundial.
Los angelinos de Metallica abrían, con todo el acero del mundo, las puertas del Mad Cool.
Antes de la pandemia, antes de la Covid y las restricciones, España era uno de los destinos mundiales preferidos para la ruta de los Festivales, la ruta de la música. Para este verano se esperan más de 600 eventos, mega conciertos, festivales, encuentros, pachangas. La península es el reino dorado de la música en vivo. En 2019, antes de la Covid, apuntan en La Información, la facturación de los festivales en España superó los 380 millones.
La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia acaba de empitonar, como si fuera un toro de los San Fermines, a los sultanes del cemento y hormigón. Ha impuesto una multa de más de 200 millones de euros a las seis principales constructoras españolas por acordar contratos de obra pública durante 25 años. Un caso de hormigón armado.
Hay que tener mucho swing, mucho ritmo, para aguantar el tipo este verano ante las bravatas del zar y sultán Putin. El propio Gobierno genera dudas con sus temores a una reducción o corte en el suministro del gas ruso que complique aún más la marcha de la economía. La vicepresidenta Calviño, a la vez, intenta quitar hierro a la cuestión y ha asegurado en Más de Uno que la actividad económica se ha acelerado en el segundo trimestre y que se espera una excelente temporada turística de verano.
Dicen que en boca cerrada no entran moscas. Pues eso. La ministra de Hacienda asegura que para avanzar en el Pacto de Rentas hay que ser discretos. Bueno, hay que ser discretos y hay que negociar, ceder, regatear, pactar con generosidad. La patronal no ve avances, al igual que ayer los sindicatos. El Gobernador del Banco de España insiste en incluir al sector público en este proceso.
Pompa y Circunstancia de Sir Edward Elgar puede ser considerado el segundo himno nacional del Reino Unido. Y las circunstancias de Boris Johnson son de escasa pompa. El periodista Johnson ha escrito una crónica polémica durante su mandato, aupado por el Brexit y hundido por alguno de sus colaboradores y por sus “partys”. La bolsa de Londres sube y junto con la libra coloca puente de plata y le abre la puerta de salida del 10 de Downing Street.