OPINIÓN EN LA BRÚJULA

La carta de Ónega al coronavirus: "Te has colado en todas las vidas del mundo como un espíritu maligno"

Has llegado de China, como casi todo lo que vestimos y casi todo lo que usamos. Te has colado en nuestras vidas, en todas las vidas del mundo, como un espíritu maligno. Eres el sucesor del ébola, aunque espero que mucho menos letal, que aterrorizó a naciones y a continentes enteros.

Fernando Ónega

Madrid | 28.01.2020 23:25

Has logrado lo que no logró ningún ejército en toda la historia: que no se pueda entrar ni salir de ciudades de millones de habitantes. Has desafiado a todos los científicos del mundo, con los que juegas a ver si adivinan dónde naces, cómo te mutas, cómo te transmites, cómo saltas fronteras a la velocidad de la luz.

Has cambiado los paisajes urbanos en pueblos y ciudades donde las mascarillas ya parecen formar parte del cuerpo humano. Has convertido los pasos de aduanas y controles de seguridad de puertos y aeropuertos en lugares donde los policías parecen médicos y los médicos de los hospitales parecen policías.

Todo viajero que llega del lejano oriente a cualquier otro país del planeta se ha convertido en sospechoso que hay que investigar.

Tienes a las naciones europeas, entre ellas España, planteando operaciones casi militares de rescate de compatriotas a los que tienes aislados en Wuhan. Has obligado a decenas de países a crear gabinetes de crisis, como en las catástrofes naturales, y a elaborar protocolos de emergencias.

Cada vez que un enfermo de gripe entra en un hospital, la sospecha de que puedas estar en su cuerpo hace saltar más alarmas que un musulmán con una mochila en la Casa Blanca. Cada vez que se descarta un caso, como ocurrió hoy en Barcelona, hay que celebrarlo como la noticia del año.

Has hecho que los enfermeros de los hospitales parezcan astronautas, vestidos para evitar tu contagio.

Eres tan perverso que puedes provocar una catástrofe económica a la segunda potencia del mundo y de hecho ayer arruinaste a mucha gente en las bolsas internacionales.

Y ya contamos tus muertos como los caídos en campaña. Nunca he visto nada igual, coronavirus, y eso que no has sido detectado en España. No eres el terror todavía, pero tienes sus ingredientes. Dan ganas de decirte, como al demonio, “vade retro, Satán”.